Otras miradas

No, no hace falta un contrato para tener sexo

Ana Bernal Triviño

Participantes en la concentración convocada por la Comisión 8M de Madrid, en una imagen de archivo. REUTERS/Susana Vera
Participantes en la concentración convocada por la Comisión 8M de Madrid, en una imagen de archivo. REUTERS/Susana Vera

Desde hace una semana tengo mis mensajes privados repletos con un vídeo viral sobre la ley del sí es sí. Buena parte de esos mensajes eran de madres cuyos hijos varones tenían "miedo" o "estaban muy enfadados" por lo que se decía en ese vídeo. Y es ahí donde decido escribir este artículo porque estos años ha aumentado el doble el número de varones jóvenes que niegan la violencia de género (datos del Barómetro de la Juventud) y porque ha aumentado el número de agresores denunciados por violencia de género y el número de víctimas entre la juventud. Y cualquier información que venga a engañarles, siendo conscientes de que son una población aún en aprendizaje, es una irresponsabilidad. Hablamos de vidas en riesgo y de que maltratar o violar son delitos. 

El vídeo viral pertenece al medio 7NN.tv y el escándalo viene, en gran parte, porque muestra un presunto contrato que se debe firmar para tener relaciones sexuales. Ejemplifica una de esas machistadas que los grupos más retrógrados en las redes sociales llevan años intentando colar, sin éxito. Extraigo algunas frases textuales del vídeo y añado documentación.

"En España, las mujeres y hombres, a partir de hoy, no somos iguales ante la ley". Este es el arranque del vídeo. Así, sin el contexto de la ley del sí es sí, incluso podemos darle la razón. No porque la ley de libertad sexual lo haga, sino porque aún tenemos que hacer leyes feministas cuando la propia justicia es consciente de que sin perspectiva de género las mujeres no están en la misma posición ante la ley. Crear leyes específicas para las mujeres no discrimina a los hombres porque solventa esa desigualdad. Así lo reconoce la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de 1979 (art. 15) y el convenio de Estambul (art. 4) y esas órdenes de tratados internacionales hay que adaptarlas a nuestro ordenamiento, como recoge la Constitución en el artículo 96. Se trata de una cuestión de derechos humanos y de derecho internacional. Más allá de los delitos sexuales, la propia Naciones Unidas reconoce un "patrón estructural" en la justicia española que desprotege a la infancia y a las madres que denuncian, debido a "la menor credibilidad atribuida a los testimonios de las mujeres en los tribunales, por estereotipos de género discriminatorios". Por lo tanto, deberíamos de celebrar los esfuerzos legislativos que palíen esta desigualdad porque todas las personas tienen derecho a una tutela judicial efectiva (artículo 24, Constitución Española). 

"Se acaba (con la ley del sí es sí) con la presunción de inocencia de los hombres. Serán culpables hasta que se demuestre lo contrario". La justicia no es una ciencia exacta, la suma de 2 + 2. Hemos visto en muchas sentencias cuánto puede ser de interpretable. Como que un juez vea "jolgorio" en lo que era una violación. Por eso, hay magistrados que pueden considerar que existe este riesgo y otros no, en una visión personal. También algunos lo veían en la redacción del anteproyecto y otros han cambiado de opinión ya con la ley en el Congreso. Recuerdo que en el informe del Consejo General del Poder Judicial había opiniones divergentes sobre este tema y que en el resto de países donde se ha cumplido con lo que nos pide el Convenio de Estambul desde 2014 (que se base la ley en el consentimiento) no ha ocurrido ninguna vulneración de la presunción de inocencia. No obstante, sobre esto no responderé yo, sino expertos. 

El último informe sobre este tema de Jueces para la Democracia apunta que la propuesta de Igualdad "no supone en modo alguno una alteración de las garantías del proceso penal" y "no es contrario al principio de presunción de inocencia ni al principio in dubio pro reo" porque impera "en la valoración de la prueba". También que "este abordaje de los delitos sexuales es compatible con la presunción de inocencia, debiendo ser objeto de prueba la ausencia de consentimiento como elemento básico del tipo penal, lo que no supone de ningún modo la inversión de la carga de la prueba". Mujeres Juezas también manifiesta de forma rotunda que no es contraria la norma a la presunción de inocencia.

"Si se le cruza los cables a la chica (...) podrá denunciarlo. Automáticamente él se puede convertir en un violador y no podrá defenderse pese a tener incluso esas pruebas de contrato firmado. Será culpable siempre. (...) Los jueces solo se basarán en la palabra de la chica. Se acusará al varón y no hará falta nada más. (...) Vamos, que no va a haber justicia". En línea con lo anterior, queda ya claro que los juicios tendrán todas las garantías procesales, que estamos en un Estado de derecho y siempre habrá defensa ante cualquier acusación. Será la justicia la que tenga la última palabra en decir si hay o no delito de violación. Y que, como en cualquier juicio, se tiene en cuenta el testimonio de acusado y víctima y tipo de pruebas, entre ellas, forenses. Si esto no fuera así sería inconstitucional, y no lo es.

Creo que no hace falta que niegue que el "contrato" que se muestra es falso. De hecho, ante la viralidad del vídeo, la cadena apunta ahora que se trataba de una broma, con "tono cómico" o una "ironía". Si fuera eso estaría bien especificarlo en alguna parte. O, mucho mejor, no decir en el mismo vídeo que lo que se cuenta "parece una broma pero es cierto, es real, es un hecho". Es normal que unos jóvenes que se informan de forma mayoritaria en TikTok, que carecen de otra información contrastadas en la pieza salvo una declaración de Vox, y que se dice que es no es norma, sino "cierto, real, es un hecho", estén alarmados pensando que era cierto. 

Así que... hombres del mundo (jóvenes o no): tranquilos porque tenéis todas las garantías procesales y porque los contratos no hacen falta. Menos preocupación por algo que no ocurre y más preocupación por enseñar a vuestros colegas que violar no tiene nada de gracia, sino que es un delito. Y que si tienes miedo de algo, lo mejor es reflexionar por qué. Porque si tienes sexo sin forzar a nadie, no debes temer. Por último, una sugerencia: cuando veáis que algo no encaja, buscad siempre fuentes oficiales y contrastad información. Que no os tomen por idiotas.

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