Otras miradas

España, a la cabeza en el cumplimiento del Mecanismo de Recuperación

Isabel García

Vicepresidenta de la comisión de control presupuestario del Parlamento Europeo

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras su reunión en La Moncloa, a 5 de marzo de 2022, en Madrid (España). -Ricardo Rubio / Europa Press
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras su reunión en La Moncloa, a 5 de marzo de 2022, en Madrid (España). -Ricardo Rubio / Europa Press

El patriotismo del Partido Popular siempre ha sido más de palabras que de hechos. Tanto han abusado de "su amor a la Patria" que han terminado por redefinirlo de una manera muy particular. Porque para el Partido Popular defender España es pasearse por nuestro país aleccionando sobre lo que los españoles necesitan, para después cruzar la frontera e ir contra sus intereses. Desprestigiar la gestión del Gobierno aunque eso suponga poner en juego miles de millones de euros y la recuperación del país y de Europa. Este es el patriotismo del Partido Popular: "Que España caiga para recogerla nosotros".

A estas alturas estamos acostumbrados a que dirigentes del PP acudan regularmente a Bruselas a cuestionar la acción del Gobierno español, navegando entre la irrelevancia y el ridículo, pero en esta ocasión parece que han pedido ayuda a sus compañeros europeos para que le hagan de oposición desde Bruselas. Lo más preocupante no es sólo que estos ataques revelan una gran ignorancia sobre el propio mecanismo, sino que dan alas a los populismos de extrema derecha que aprovechan cualquier oportunidad para socavar las instituciones europeas y, con ello, nuestras democracias.

La semana pasada, los máximos responsables de la Comisión Europea acudieron a la comisión de control presupuestario del Parlamento Europeo para explicar el funcionamiento del Mecanismo europeo de Recuperación y Resiliencia (MRR), el pilar más importante del paquete NextGenerationEU que tiene por objetivo apoyar la inversión y las reformas en los Estados miembros para lograr su recuperación tras la pandemia. Sorprende que la única persona que no lo entendiera fuera la presidenta de dicha comisión, diputada alemana en las filas del PP europeo. En su empeño por sembrar las dudas sobre España confundió de forma interesada diferentes conceptos establecidos en el mecanismo para denunciar una supuesta falta de control.

El MRR condiciona el acceso a los fondos de recuperación a la presentación de un plan nacional, con inversiones y reformas estructurales, que debe ser aprobado por la Comisión Europea, como fue el caso del plan España Puede. Y así mismo, condiciona el desembolso de esos fondos al cumplimiento de los hitos y objetivos marcados en ese mismo plan nacional. Objetivos que son escrupulosamente examinados por la Comisión Europea cuando un país solicita un pago.

España ya ha recibido dos pagos, de 10.000 y 12.000 millones de euros, tras haber cumplido con sus compromisos. Por ejemplo, uno de los objetivos de nuestro país era la necesaria reforma del mercado laboral, considerada por la Comisión Europea como un paso muy importante y que sin la cual no hubiese sido posible recibir el dinero europeo.

Yerra el tiro la diputada conservadora cuando pide, por ejemplo, una lista de receptores del dinero porque el destinatario es el Estado y los beneficiarios somos todos los españoles, pero eso no quiere decir que no se sepa dónde se ha usado el dinero.

Un despliegue financiero de más de 700.000 mil millones de euros inevitablemente trae consigo riesgos que van desde el fraude a la corrupción, por lo que es imprescindible contar con sólidos controles nacionales, complementados con los del Tribunal de Cuentas Europeo y la propia Comisión. Dudar de estos controles sin motivo y no considerar el enorme trabajo que equipos especializados están realizando para conseguir que la recuperación sea una realidad es, cuanto menos, irresponsable. Además, cuestionando a España no pone en duda únicamente al Gobierno de la nación, sino también a todos los gobiernos autonómicos que se encargan de buena parte de la gestión de los fondos.

A la presidenta de la comisión de control presupuestario le queda mucho trabajo por delante si quiere revisar los beneficiarios de todas las inversiones en todos los países, cuando hay que recordarle que nuestro papel en esta comisión es la de vigilar que las instituciones europeas, y principalmente la Comisión, hacen un correcto uso del presupuesto europeo y mantienen los controles adecuados para ello.

El Partido Popular no quiere asumir el indiscutible liderazgo de España en Europa, consolidado gracias a logros como el impulso de NextGenerationEU o la excepción ibérica, pero lo más preocupante de su patriotismo hipócrita es comprobar que no están interesados en que a España le vaya bien y no les preocupa perjudicar también a Europa.

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