Otras miradas

Del diagnóstico a la escucha en Podemos

Víctor Rey y Elena Sevillano
Equipo de Podemos Escucha

Corren en estos días ríos de tinta sobre la estrategia y el tono que debe adoptar Podemos en esta nueva etapa, tras dos años de maratón electoral, pero poco se habla del diagnóstico como sustento de esa estrategia y tono. Los resultados del 26-J aun no suponiendo para Unidos Podemos y sus confluencias pérdida alguna de representación parlamentaria respecto al 20-D, estuvieron alejados de las expectativas. Fueron muchas, un millón, las personas que salieron de las filas moradas entre el 20-D y el 26-J, y lo hicieron mayoritariamente hacia la abstención, de esto dan cuenta algunas de las encuestas publicadas estos últimos meses.

Los que hemos tenido la suerte de participar tras el 26-J en distintos estudios cuantitativos y cualitativos, con objeto de profundizar en las causas, en lo ocurrido entre diciembre de 2015 y junio de 2016, podemos afirmar con rotundidad que la explicación es, a todas luces, multicausal. No obstante, los estudios señalan algo con claridad, buena parte del retroceso en votos el 26-J apunta a una causa: la asimilación partidista. Los meses de Enero a Mayo en el Congreso de los Diputados y el Senado no nos sentaron bien, a muchas personas les pareció que nos distanciamos de la calle, de los problemas reales de la gente, arrastrados por la dinámica parlamentaria y el trato entre iguales con el resto de fuerzas políticas, éramos "uno más". Dejamos de escuchar y no paramos de hablar durante meses.

Teniendo presente este diagnóstico, algunos apostamos por una clara hoja de ruta para Podemos: no permitirnos caer de nuevo en la asimilación, jamás volver a ser, a parecer, un partido más. Nacimos y crecimos al calor de las plazas y el 15-M con otra vocación, ser distintos, movimiento popular, herramienta para el empoderamiento ciudadano y altavoz de los de abajo. En definitiva, transformar la sociedad y cambiar la vida de la gente.

Tras la convocatoria de la Asamblea Ciudadana de la Comunidad de Madrid y la apertura del proceso de elección de órganos internos, un grupo de personas vinculadas a Podemos con diversas procedencias y trayectorias que compartíamos este diagnóstico, nos decidimos a lanzar un proceso de diálogo con nuestros militantes, inscritas e inscritos, simpatizantes y círculos, Podemos Escucha. El diagnóstico y estas semanas de escucha a nuestras bases conducen a una primera premisa estratégica: el camino a seguir para la transformación de Podemos en nodo aglutinante de una mayoría social de cambio en este país, pasa por enterrar la "maquinaria de guerra electoral" en que hemos convertido nuestra organización (y, especialmente, a nuestros círculos) y dotarnos de mecanismos que permitan un impacto real en la vida política, social y cultural a nivel local. Ser herramienta al servicio de la gente, significa, no sólo pelear por los de abajo desde las instituciones, sino hacerlo también desde abajo, desde los pueblos y barrios de este país. Los círculos pueden y deben convertirse en el centro de la acción política de Podemos, con implicación directa y efectiva en la resolución de problemas y conflictos locales. Es así como se seduce a quienes nos asimilaron al resto de partidos el 26-J, a las y los desafectados por la política. Cuando resultamos útiles, cuando politizamos el dolor y los problemas cotidianos de la gente ofreciendo soluciones, cuando somos "parte de", seducimos más y mejor. No hay madre o padre que sienta miedo hacia quienes ofrecen recursos y soluciones reales a los problemas de los suyos. Cuando un movimiento u organización política es verdaderamente útil a la gente, habla su lenguaje y opera en su entorno más próximo, el miedo sólo lo sienten los poderosos. Si somos capaces de complementar esta manera de hacer y entender la política con proyectos como el recién lanzado Vamos! estrechando lazos con la sociedad civil, las clases populares y los problemas de la calle, estaremos marcando un estilo propio, alejado de los partidos políticos tradicionales y del parlamentarismo estéril. Es así como se construye comunidad y movimiento popular. Es así como se aglutina a la mayoría social llamada a cambiar y gobernar este país.

El diagnóstico y método de Podemos Escucha es unívoco, no asimilación partidista y escucha activa. Está por ver cómo se definen el resto de equipos y candidaturas en torno a estas dos cuestiones, diagnóstico y método. Pareciera que, en lo que a diagnóstico se refiere, nuestra posición es concreta y diferenciadora. Quizá también haya diferencias en lo tocante al método, aunque tras vistosas puestas en escena y ofertas para "acordar" documentos "por arriba", hay candidaturas que claman ahora por la escucha, bienvenido sea. Los borradores de documentos presentados por los distintos equipos y candidaturas pueden arrojar algunas pistas al respecto y darán lugar a un profundo debate colectivo y confrontación de propuestas durante las próximas semanas, entre tanto la escucha sigue.

Con todo, nuestra apuesta para el Podemos que viene es clara, debe parecerse a Ada Colau, sí, a esa activista de la PAH que en Febrero de 2013, invitada a la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, con voz firme y emocionada calificaba de "cínicos" y "criminales" a los representantes de la Asociación Española de Banca que pretendían blindar una ley de ejecución hipotecaria que arrojaba a decenas de miles de familias a la calle con ensañamiento en forma de deuda perpetua. Esa activista, tras años parando desahucios, que ponía la piel de gallina aquel día con el contenido y tono de su mensaje, porque se lo creía (y, sobre todo, porque lo sentía), es hoy alcaldesa y llegó hasta la Casa de la Ciudad de Barcelona peleando sin tapujos, inflexible frente a los poderosos, hablando claro, por y para los de abajo, desde el corazón y distinto, muy distinto a como nos tenían acostumbrados nuestros políticos, a las cosas por su nombre. Ada Colau arranca esa gloriosa intervención con un "deberían escuchar a aquéllos que llevamos más tiempo pensando y enfrentándonos a ese problema". Justo eso es lo que reclaman las y los militantes, inscritas e inscritos, simpatizantes y círculos que llevan más de dos años dejándose la piel por este proyecto, es lo que reclama el Podemos que viene, de modo que escuchemos. Víctor Rey y Elena Sevillano. Equipo de Podemos Escucha.

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