Otras miradas

Nos tendremos en común

Sofía Castañón

Diputada de Podemos en el Congreso

Sofía Castañón
Diputada de Podemos en el Congreso

Estoy casi convencida de que tender a una visión holística, que asume la relación de las cosas de manera continua, tiene que ver mucho con todas las personas con las que hablo y comparto vivencias y reflexiones y también con mi profesión en el terreno audiovisual. Cuando abordas un proyecto que, por fuerza, es colaborativo, y que además es de creación, entender el trabajo en equipo, desde dónde se expresa cada persona implicada y por qué, escuchar y aceptar propuestas que no parten de una pero que son, sin duda, las más juiciosas, hace que acabe saliendo la película o no, por así decir.

Trabajar como ayudante de dirección es una alerta continua de preguntas a cada persona experta y encargadas. Implica ponerlas todas en relación y hacer porque caminen juntas todas esas visiones que en realidad ya tienen una vocación de ir juntas inevitable, porque se trata de hacer -insisto en que es un decir- la mejor película posible.

Este aprendizaje de años, de ensayo-error y de asombros fabulosos es el que me impregna a la hora de abordar cualquier otra cuestión. Escuchar, poner en relación los puntos de vista, aprender mucho, intentar encontrar la manera de que todas las ideas sean camino seguro para lograr que lo que nos proponemos salga adelante.

Como tantas mujeres, y también hombres, quiero un Podemos feminista. Lo quiero porque no creo que podamos transformar la sociedad de otra manera ni con otra perspectiva. Porque no existe ruta posible hacia la justicia social si no es con una brújula feminista.  Porque no es posible la participación como la defendemos sino es pensando desde el feminismo, entendiendo qué dinámicas nos impiden participar, qué supone la exposición pública, qué implica la voz, qué de aquello que venimos a llamar costumbre es patriarcado acotando espacios con fronteras invisibles.

Como tantas personas que piensan que Podemos es la herramienta de transformación política y social, pienso que en este camino las estrategias exitosas han venido desde el pensamiento feminista, y que la reformulación profunda y radical de nuestro entorno pasa por plantear la sostenibilidad de la vida como algo que nos es común e interpela a todas las personas, que también ha de ser ecologista, que ha de hacer frente al capitalismo, que ha de ser diverso y plural. Me viene a la mente ahora la palabra polifonía. Y un poco es así, algo que toma sentido sonoro desde muchas maneras de ocupar el espacio de la voz y del ritmo.

Y pienso ¿qué es estar solas? ¿Cuánto creemos que en nuestro yomimeconmigo podemos arreglar solitas esto? Yo, que soy hija y nieta de la máxima asturiana "val más facelo que mandalo", sé que sola no voy a ninguna parte. Y además es que no quiero. Mis amigas me han dado estrategias, agarres, faros. Yo no me he hecho a mí misma, y mis amigas, a su vez, tampoco se han hecho a sí mismas. Somos enanas a hombros de gigantas. Gigantas enormes y anónimas. Mujeres invisibilizadas y asombrosas que lograron mi voz y mi espacio para la voz de hoy. O asumo que necesito de todas, que dependo de aliadas -incluso de aquellas que tienen matices otros- o caeré en lo que quiere el patriarcado. Que estemos solas. Que seamos un gueto. Una simple cuota. No, ya está bien de gresca por ser la Venus barbuda. Somos la mitad de la Historia, aunque nos lo negaran. Y nos ha tocado ser la mitad más valiente. Como tal, y no aparte, figuraremos.

Por esto, y porque tanto mi experiencia profesional como feminista me han demostrado que proponemos mejor poniendo en relación nuestras ideas y haciéndolo juntas, es por lo que, pensando en un Podemos Feminista, celebro que mujeres de Podemos en Movimiento y mujeres de Podemos Para Todas nos hayamos encontrado con el mismo objetivo, tomar de referencia por legítimo, honesto, inteligente y radicalmente feminista el documento Ruta Morada elaborado por el Círculo de Feminismos y desde ahí, y desde nuestras posiciones innegablemente diversas, hayamos elaborado un texto común. Porque no queríamos sólo hablar de feminismo en el documento, queríamos trabajar de manera feminista, entendiendo posturas que no son necesariamente la nuestra, debatiendo, reflexionando, tensando contradicciones.

Cuando en estos días de frío y de gripes, detienes por un momento esos ritmos necesarios y vitales para crear un espacio a través de la palabra y el entendimiento es imposible no vivirlo de manera personal, como quien asiste a un pequeño logro. Nada de mágico ni de milagroso. Tan sólo el poderoso asombro, la destelleante buena noticia de que en este momento, dos equipos, para hablar y para hacer Feminismo, conscientes de las ideas y las propuestas de muchas personas, nos hemos puesto de acuerdo.

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