Otras miradas

Migrar el periodismo

Elena Cabrera

Periodista de la Fundación porCausa

Elena Cabrera
Periodista de la Fundación porCausa

Los refugiados han entrado en los países de Europa pero no lo han hecho en el espacio público europeo. En las pocas ocasiones en las que las personas en busca de refugio rompen esa frontera imaginaria (pero real), lo hacen como personajes de una historia escrita por el otro. El otro es el que ya estaba allí cuando los nuevos llegaron. Charlie Tims, investigador asociado de la European Cultural Foundation, propuso ese punto de partida a 40 personas reunidas en Ámsterdam bajo el titular Displaced In Media.

Me uní a ese grupo pensando que el periodismo es la solución y al poco tiempo me di cuenta de que para la mayoría de mis compañeros el periodismo era el problema. La primera pregunta que se deslizó a partir de la observación de Charlie Tims fue cómo trabajaremos con el migrante en lugar de hablar del migrante. ¿Cómo hacer del otro un sujeto en lugar de un objeto de nuestra historia, de nuestro reportaje?

Activistas, periodistas y gestores culturales originarios de Europa, Turquía, Siria, Sudán del Sur o Etiopía expresaron la dificultad de trabajar con el otro. Al rato me di cuenta de que el otro del que hablaban no era el refugiado o el migrante. El otro era el periodista. El otro era yo.

Sentí esa distancia con extrañeza, ¿por qué me hacen sentir tan extraña y extranjera?

De golpe, aquello que la mediadora de este encuentro, Lina Issa, nos había propuesto al poco de conocernos -"ponte en el lugar del otro"- surgía efecto. Pasé de la extrañeza al rencor, del rencor al enfado y del enfado a la acción.

Tiene que haber una manera, pensé, de hacerte entender que yo no pertenezco a un lugar llamado Periodismo (aunque venga de él). Quizá tú pienses que el periodismo es una nación, un estado, un estamento, una institución, un cuarto poder, una gran corporación. Pero no tiene porqué ser así.

El periodismo es una herramienta que yo te puedo enseñar a utilizar en un día. Piensa el periodismo como una llave inglesa, una máquina simple que sirve para aflojar o apretar tuercas de manera efectiva. Yo lo voy a pensar de la misma manera. Siguiendo con la metáfora diría que, atención, una llave inglesa no sirve para desatornillar. Son herramientas diferentes que sirven para diferentes construcciones. Pero si yo necesitara aprender a usar el destornillador, quizá tú podrías enseñarme.

He conocido un hombre somalí llamado Yoonis Osman Nuur que opina de igual manera. "No se trata de que tú me des lecciones a mí sino de que nos enseñemos mutuamente", dijo. "Cuidamos unos de los otros, así que déjame usar esta solidaridad que hay entre nosotros también en el periodismo", añadió. Yoonis forma parte del colectivo de activistas Here To Support y del equipo de periodismo ciudadano We Are Here.

El siguiente paso debería ser, pues, crear un protocolo de intervención periodística que sirviera para seguir cuidándonos y relatándonos. No lo vamos a diseñar los periodistas y tampoco los refugiados y migrantes sino que debería ser colectivo, consensuado y de código abierto. Un tipo de interacción que no objetualice a ninguna de las partes. Una manera de ejercer el periodismo sin ejercer dominación de clase. Un oficio de servicio público.

En nuestra Europa de hoy, la sociedad está migrada y el periodismo debe, también, ser migrado. Desde dentro. Si estamos de acuerdo en esto, podríamos rediseñar la herramienta, reformular el periodismo, para que funcione mejor en esta nueva sociedad migrada.

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