Otras miradas

Sobre las brujas y el ataque que recibimos de Vox

Laura Berja

Portavoz de Igualdad en el Congreso por el Grupo Parlamentario Socialista

Sobre las brujas y el ataque que recibimos de Vox
La diputada del PSOE Laura Berja interviene durante la sesión plenaria del Congreso de los Diputados celebrada este martes en Madrid. EFE/Fernando Alvarado

"La bruja encarna a la mujer liberada de todas las dominaciones, de todas las limitaciones, es un ideal hacia el que tender, ella muestra el camino". Mona Chollet, Brujas.

El 21 de septiembre el Congreso aprobó la toma en consideración de una reforma del Código Penal para penalizar el acoso en las mujeres que acuden a clínicas para la interrupción voluntaria del embarazo. Es un avance feminista muy relevante para que se visibilice públicamente la impunidad de aquellos que coartan la libertad de las mujeres, que se condene por parte de las instituciones y que se incorporen al ordenamiento jurídico medidas para proteger el ejercicio de nuestros derechos con plena libertad. Esta iniciativa salió adelante con un apoyo amplio; sin embargo, cabe señalar que el Partido Popular votó junto a VOX en contra. El PP pierde una buena oportunidad de apoyar una legislación que proteja la libertad de las mujeres para ejercer nuestros derechos. Viniendo del Partido Popular esto no es ninguna novedad.

El derecho al aborto es una de las grandes causas de la lucha internacionalista del movimiento feminista, también simbólicamente. Supone un avance transformador para un país el hecho que sus leyes reconozcan que las decisiones relativas a nuestros cuerpos y a nuestra maternidad son solo de las mujeres. Cuando se aprueba el derecho al aborto en cualquier parte del mundo, las mujeres conseguimos agrietar un pilar del patriarcado. El control de nuestra reproducción es una de las grandes formas de sometimiento que lo sostiene.

Las mujeres que se enfrentan contra el machismo y se rebelan contra él de cualquier manera soportan unos niveles de violencia altísimos. Cuando deciden abortar libremente se encuentran con hostigadores en las puertas de las clínicas que las insultan y las juzgan. Cuando denunciamos la violencia que sufrimos por parte de nuestras parejas o ex parejas nos llaman mentirosas y nos dicen que queremos arruinarles la vida a los hombres. Cuando defendemos mejores condiciones laborales, nos preguntan que qué más queremos.

En el imaginario colectivo que el machismo se encarga de nutrir, todas las que no cumplimos con los estándares creados para nosotras somos unas brujas. Es decir, amigas, en algún momento de nuestras vidas, todas somos brujas. Los machistas utilizan el término de manera despreciativa, consideran que debemos ser quemadas en la hoguera. Lo que probablemente no sepan estos indeseables es que para muchas de nosotras que nos llamen brujas no es un insulto, que nos llamen brujas es una forma evidente de retratarse a ellos mismos reconociendo públicamente el odio que sienten hacia las mujeres.

Durante la sesión plenaria del Congreso en que se debatía la Proposición de Ley que comentaba al principio de este artículo, la de tipificación de un delito específico de acoso por el hostigamiento que se produce en las inmediaciones de los lugares habilitados para abortar; yo misma sufrí la misógina de un diputado que me llamó bruja. No es nuevo, las mujeres en política sufrimos violencia siendo insultadas, despreciadas y desprestigiadas diariamente con inquina machista. Todo ello impregnado de la siempre presente cuestión de clase. Sin embargo, las herramientas que tenemos nosotras para defendernos son más que las de otras mujeres que sufriendo lo mismo están en mayor situación de indefensión.

Si un diputado de VOX es capaz de llamar bruja a una diputada en el Congreso, qué no serán capaces de hacer sin cámaras y contra el resto de las mujeres.

Defender los derechos de las mujeres siempre tiene un coste. Para comprobarlo, solo hay que hacer un repaso histórico de las consecuencias que han sufrido cientos de miles de mujeres por ser notorias, por defender causas justas, por denunciar la violencia o simplemente por disentir. De Hipatia, a Olympe de Gouges a Nevenka Fernández.

Las brujas fueron asesinadas por ser mujeres, mujeres que eran molestas. Recogemos su legado de impertinencia contra el machismo y nos comprometemos a seguir defendiendo los derechos de las mujeres. Como dice Mona Chollet en su libro Brujas "la bruja es un ideal hacia el que tender, ella muestra el camino".

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