Otras miradas

¿El Prenda pide perdón?

Marta Nebot

¿El Prenda pide perdón?
José Ángel Prenda miembro de 'La Manada' saliendo de los juzgados de Sevilla en junio de 2019.- EUROPA PRESS/ARCHIVO

El tipo de La Manada que escribió en el grupo de whatsapp de dicho nombre, a los 11 hombres que lo integraban, "Follándonos a una entre 5, puta pasada de viaje", después de violar, grabar y abandonar a una joven en Pamplona  en 2016 y pasarse cinco años afirmando que la víctima se había inventado el ataque, ha escrito un párrafo a las autoridades penitenciarias cuando necesita que le autoricen sus primeras salidas de la cárcel.

El párrafo, de su puño y letra, fechado el 22 de julio pasado, fue enviado a la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra, y lo conocemos gracias a una información de Caso Abierto. Si no fuera por ellos no sabríamos nada de sus remordimientos. Esta vez no ha querido hacer públicas sus nuevas opiniones y sentimientos. En octubre de 2016, tres meses después de violarla, sí quiso que el mundo supiera lo que pensaba y cómo se sentía y para eso envió una carta a los medios. "Son cinco familias destrozadas por una mentira que estoy seguro que en su día diría para salir del paso (...) Espero que acabe con todo esto contando la verdad". Los medios hicieron lo previsto: airearon su acusación de mentirosa de la víctima; una víctima que la sentencia reconoció que fue violada en grupo "hasta diez veces en un minuto y 38 segundos".

Ahora escribe, convirtiéndose en el único de los cinco condenados que admite los hechos: "Por medio del presente escrito quiero manifestar [...] mi total arrepentimiento por el delito por el cual cumplo esta condena" y también "mi solicitud personal de perdón a la víctima por los daños causados, los cuales lamento profundamente, y así mismo a sus familiares directos". Y escrito esto, pide "a la Ilustrísima Sala" que "este perdón sea comunicado y transmitido a la víctima y sus familiares a través de los medios que dispone la Administración de Justicia para ello". Debe ser que ha perdido el teléfono y los emails de todos los medios de comunicación con los que se comunicó mientras su caso estuvo abierto.

Además en su cartita, a renglón seguido de su escueta declaración de presunto arrepentimiento, solicita  "Que por favor, conste en mi ejecutoria y expediente penitenciario esta solicitud (de perdón) por escrito y se me dé copia de la misma". Como informa Caso Abierto, José Ángel Prenda ya ha cumplido un cuarto de su pena de prisión de quince años y podría conseguir salidas temporales si la junta de tratamiento lo considera oportuno. Lógicamente, reconocer el delito y pedir perdón se valora positivamente a la hora de decidir sobre estos permisos. En su parrafito frío y escueto, de arrepentimiento justito, añade: "Trabajaré incansablemente por reparar ese daño" a la víctima.

Para eso, señor Prenda, debería haber empezado haciendo público su arrepentimiento, contando al mundo qué mecanismo averiado, qué idea de masculinidad animal les hizo hacer lo que hicieron, compartiendo con otras posibles manadas el error brutal que cometieron, el dolor que causaron a la víctima, a propios y a ajenos. Cuéntele a ella, cuéntenos a todas que no nos considera más objetos, que ha aprendido lo que es y lo que no es el sexo consentido, que va a asegurarse siempre de que la otra parte esté participando, deseando, queriendo. Demuestre esa declaración, haga algo útil en serio. Convénzanos de lo que ha escrito porque solo con eso no hay manera de creerlo.

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