Otras miradas

Siete películas, tres obras de teatro y una serie documental para entender a Ciudadanos

Guillermo Zapata

Guionista

Siete películas, tres obras de teatro y una serie documental para entender a Ciudadanos
El líder de Ciudadanos dio a conocer a la mascota de un político de partido, un perro llamado Lucas

Cuando la semana pasada Begoña Villacís intentó, sin éxito, saltar del barco Ciudadanos, o quizás dejar que fuera absorbido (como esas pymes tecnológicas que existen con la esperanza de que Google las compre), pensé que quizás ya estábamos en situación de hacer una radiografía sobre ese animal político que había estado a punto de cambiar la historia de España y que enfrenta su existencia misma en las próximas elecciones municipales y autonómicas. No hay muchos productos culturales sobre Ciudadanos. Contrasta con la burbuja de relatos sobre lo sucedido en los últimos años en la política de nuestro país. Uno de los éxitos del neoliberalismo es confundirse con el paisaje y, así, terminar por normalizar su propia existencia. Ya que casi no hay productos culturales sobre Ciudadanos, procedo a proporcionar un listado seguramente incompleto y parcial de ficciones de diverso tipo que pueden ayudarnos a entender el partido y darle sentido histórico.

El programa de televisión: La Transición. Dirigido por Elías Andrés y Victoria Prego. Trece episodios que han servido para fijar en la generación de quienes hoy nos movemos en torno a los 40 años, la historia de nuestros padres. Nuestro mito fundador. No se puede entender el constitucionalismo que defiende Ciudadanos como elemento central de las esencias de nuestro país sin este documental que también encuentra su razón de ser en el momento de su producción: el año 1995. Un buen momento para fijar la memoria anterior, justo en la decadencia del PSOE hegemónico de los 80 y en el inicio del esplendor del Partido Popular de los 90.

También propongo las tres obras de teatro: La increíble historia del Dr. Floit & Mr. Pla (1997), Daaalí (1999) y Ubú President o Los últimos días de Pompeya" (2001). Se trata de la trilogía de obras que Albert Boadella escribió y dirigió en la segunda mitad de los noventa. Son una muestra del conflicto entre la catalanidad y la españolidad que va a definir de manera central otro de los ejes clave de Ciudadanos desde su fundación y el territorio de sus primeros desarrollos, además del lugar en el que ha cosechado su mejor resultado electoral aglutinando una mayoría fugaz en el momento de mayor esplendor procesista.

Las películas que propongo son las siguientes:

Abre los Ojos: De nuevo los noventa como territorio fundacional de un imaginario bastante higiénico de prosperidad. La segunda película de Alejandro Amenábar presenta a un niño rico (por herencia) que no soporta volverse feo y lo confía todo a una solución tecnoutópica que sale mal. Una versión de Desafío Total con gente que parece que está a punto de gestionar su cartera inmobiliaria o abrir un co-working

American Psycho: Algo pasa durante las campañas electorales de Ciudadanos. Cosas que deberían funcionar bien no terminan de encajar. Durante mucho tiempo, especialmente en torno a 2013-2015 el resultado seguro que daban las encuestas, de pronto se deshinchaba. La imagen de Albert Rivera diciendo que un perrito "huele a leche" como si se lo fuera a a merendar casa bien con la irónica perversidad que Christian Bale imprimía a su Patrick Bateman. Al fin y al cabo, es una metáfora sobre el consumismo que a día de hoy sigue poblando perfiles de twitter.

La La Land: Este musical de Damien Chazelle conjura la nostalgia de un Hollywood que no existe en la medida en que todo sucede en una especie de no-tiempo que está en algún lugar entre ayer y mañana. A veces Ciudadanos tiene una relación con la historia de nuestro país y sus propios mitos un poco similar. Como si hubiera un esfuerzo tan profundo por desproblematizar lo problemático, que en vez de resultar luminoso, se tornara un poco oscuro. Esa España sin más conflictos que la propia autorrealización enlaza bien con la filmografía de Chazelle.

La Gran Familia: Uno de los productos más relevantes para entender eso que se dio en llamar franquismo sociológico y las bases elementales del mismo. Chencho en esta ocasión no se perdía en la Plaza Mayor sino en Colón. Durante mucho tiempo, el éxito más o menos frágil de Ciudadanos, pero sin duda relevante, se basaba en la construcción de una identidad que era y no era heredera de esos mitos de la transición fijada a través de los años noventa. Una suerte de "lo mismo pero nuevo" que podía mirar a derecha e izquierda del bipartidismo desde ahí. A partir de 2016 eso cambió. Ciudadanos entendió que su éxito debía estar vinculado a La Gran Familia de las derechas. Una familia numerosa que tuvo su gran cena familiar en febrero de 2019 en Colón. La cosa salió bien y mal. Bien porque llevó a Ciudadanos a sus mejores resultados en el mes de abril y mayo, mal porque abrió la puerta a una dinámica política que apenas seis meses después hundiría al partido, devorado por esa misma hipótesis en noviembre.

El diablo viste de Prada: Cuando las cosas se ponen mal, los señores se marchan a hacer conferencias. Eso hizo Albert Rivera, dejando a Inés Arrimadas a cargo del boquete que él mismo había abierto a su partido. Pero es innegable que Ciudadanos es también un partido con liderazgos femeninos que ha construido su propia hipótesis en medio de la gran ola feminista de los últimos años: El "Feminismo Liberal". El Diablo Viste de Prada no es una película sobre una jefa malvada a la que hay que destruir, sino sobre el sufrimiento necesario de sus ayudantes para conseguir sus sueños. El feminismo liberal no necesita de conflicto, sino que iguala por arriba.

Nightcrawler: Lo sucedido con Villacís estas semanas es relevante, pero no es nuevo. Decenas de cargos públicos de Ciudadanos se han "transfugado" hacia el Partido Popular en los últimos dos años. Con el desprecio y la soberbia que le caracteriza, Ayuso dijo esta semana que "lo mejor de Ciudadanos" ya se había ido con ella. La película Nightcrawler, escrita y dirigida por Dan Gilroy, nos habla de un reportero/cámara de sucesos obsesionado por el éxito que vive en la más absoluta precariedad y que descubre que su única forma de salir adelante en el mundo híper competitivo y mediatizado es perder cualquier rasgo de humanidad manipulando la realidad. Lo más perverso es que lejos de sufrir, descubre que goza con ello.

Supongo que hay quien considera que este proceso de oportunismos de diversos tipos es el descubrimiento de lo que siempre estuvo ahí, de la esencia de Ciudadanos, pero yo creo que es más bien el síntoma de la derrota de una apuesta política que tenía más caminos posibles. Supongo que es porque no creo que nada tenga ninguna esencia.

El Dilema: Quería terminar acordándome de la excepcional película de Michael Mann en la que un hombre honesto que no tiene ni un gramo de revolucionario izquierdoso en su cuerpo, se enfrenta primero a las grandes compañías de tabaco de EEUU y luego a los grandes medios de comunicación. Alberto Reyero, diputado de Ciudadanos y Consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, dimitió de su cargo para denunciar los protocolos que llevaron a la muerte de miles de ancianos en residencias de la Comunidad. Es el tipo de persona que también formaba parte de Ciudadanos.

Había más de un camino posible, más de una historia posible con los mismos mimbres. Ciudadanos estaba también formado por "Reyeros", gente honesta y preocupada por el estado de la cosas que sólo quería hacerlo bien. Pero este ha sido su camino.

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