Otras miradas

Vota lo que piensas

Laura Berja

Diputada del PSOE por Jaén. Portavoz de Igualdad del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso.  

El próximo domingo se abren los colegios. Cuando lo pienso me parece una bonita forma de hablar de las elecciones. Los espacios de la educación abren sus puertas un día no lectivo para dar entrada a miles de ciudadanas y ciudadanos que ejercerán un derecho fundamental. El derecho al voto se custodia en las mismas aulas en las que crece el futuro de un país.

Votar es una de las formas de participación democrática que tiene nuestro país, no es la única, pero sin duda sí la más trascendental. Elegir quiénes gobiernan un municipio, una comunidad autónoma, un país o quiénes serán las personas que nos representen en los parlamentos determina el devenir de nuestras propias vidas y del bienestar colectivo.

Los partidos políticos son fundamentales para el sostén de la democracia puesto que son organizaciones que cumplen los requisitos legales para presentarse a unas elecciones y que ofrecen a la ciudadanía unos proyectos concretos que llevarán a cabo quienes van en las listas. Será pues la gente, conociendo los programas y valorando la gestión de cada partido desde el Gobierno o desde la oposición, quienes decidan quién quiere que les represente. Estas son las reglas del juego, pero el juego en democracia no sólo tiene estas reglas.

Las campañas electorales permiten a los partidos políticos presentar sus proyectos a la sociedad, comunicar la gestión e intentar convencer a los y las votantes. Sin embargo, hay partidos políticos que, en lugar de hablar de lo importante, en lugar de jugar limpio, se dedican a generar crispación e inestabilidad. Ese es el caso del Partido Popular y Vox en esta campaña.

Este mandato político pasará a la historia. Esta afirmación no es una exageración, es una verdad como un templo. Será así porque hemos sufrido una pandemia sanitaria sin precedentes en los últimos siglos con terribles consecuencias humanitarias, económicas y sociales. Los gobiernos locales, autonómicos y el Gobierno estatal han tenido que enfrentarse al miedo a lo desconocido y a la incertidumbre de la falta de antecedentes similares. Cómo ha enfrentado cada gobierno local o autonómico esta crisis debería ser motivo de discusión en la campaña.

Los gobiernos de izquierdas han apostado sin duda por el despliegue de medidas sociales y de apoyo a las familias, por la protección de los trabajadores y trabajadoras, pero también de las empresas. Los Gobiernos liderados por socialistas han sido valientes en la reactivación económica y pese a las dificultades de la crisis han cumplido sus agendas programáticas en materia de igualdad y justicia social.

Sin embargo, los titulares de prensa esta campaña no van por ahí; y es que la derecha no discute sobre si la propuesta socialista era la mejor forma de salir de la crisis o no, sino que la derecha en España solo da un titular, el referido a una banda terrorista que no existe desde hace 12 años. Un titular que se desmonta solo, porque la sociedad española derrotó a ETA con dos Gobiernos socialistas: uno en Euskadi y otro en Moncloa.

Y mientras tanto, las fuerzas políticas que de verdad estamos interesadas en los problemas que tienen los ciudadanos y ciudadanas y en las soluciones que creemos darán respuesta a estos problemas, pues hablamos de otras cosas. Hablamos por ejemplo de que el voto es imprescindible para elegir entre sanidad pública o privatización de la sanidad, votar entre dotar con 580 millones de euros la atención primaria como anunció el presidente Pedro Sánchez o votar por la privatización de la sanidad pública como hace Ayuso; votar este domingo entre alcaldesas y alcaldes que rechazan rotundamente la violencia de género, el racismo o la homofobia o votar a responsables públicos en nuestros ayuntamientos que están dispuestos a pactar con los que niegan la violencia contra las mujeres o criminalizan a las personas migrantes. Votar este domingo es decidir si queremos seguir creciendo, en lo económico y en lo social, o si por el contrario apoyamos a quienes rescatan a los bancos en lugar de a las personas. Votar este domingo también es elegir entre el impuesto a los beneficios de las grandes eléctricas o la cita médica con especialista en dos años.

El próximo domingo votar nos hace partícipes de la transformación de nuestro país hacia un lugar más avanzado, moderno, progresista, feminista y respetuoso con nuestro entorno. Esa transformación no llega sola, la empujas tú con tu voto. Vota.

 

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