En bicicleta por Pekín

Olimpiadas a la china

La población china está viviendo estos juegos intensamente, y lo está haciendo a su manera. Sin haber llegado todavía a ninguna conclusión, y con muchas dudas, lanzo algunas de las ideas que me han venido en los últimos días en cuanto a cómo es la afición china y cómo se están viviendo estos Juegos:

Las chicas lideran el camino: de las 44 medallas de oro que lleva hasta ahora China, 24 han sido en categoría femenina. De las 77 en total, 44 y media (se cuenta el bádminton mixto) han sido para ellas. Pocos equipos tienen un porcentaje tan alto de triunfos femeninos. Eso se nota en los medios de comunicación y en la gente, que apoya con igual ilusión a chicos y a chicas. No es un escenario de igualdad entre sexos idílica, pero dista mucho de la omnipresencia masculina en muchos medios occidentales (de las 10 medallas españolas, 3 son femeninas).

¿No hay nada más que jiayou (加油)? Hasta los extranjeros que sólo han venido a China para ver las competiciones conocen el grito de guerra chino: 中国加油 (zhongguo jiayou, ¡vamos China!). Hablando con varios amigos chinos, ninguno de ellos me ha sabido dar otro cántico para los estadios. Parece que esa es la única melodía que suena en las competiciones donde participa China. ¿No hay otra forma de animar al equipo nacional? ¿Significa una falta de originalidad de los chinos, debido a una educación basada en la memorización? ¿Falta creatividad? De momento no me atrevo a quitar las interrogaciones.

De puertas a dentro. Aunque hay pantallas en los parques y mucha gente en los estadios, la afición china vive las Olimpiadas en casa. No es una afición que salga a la calle a celebrar los títulos. Por las calles de Pekín los que montan la fiesta (con pelucas, instrumentos de música, etc...) son los australianos, holandeses, alemanes... El público chino parece menos expresivo, menos dado a la fiesta, más tranquilo, más sereno. Las Olimpiadas están en casa.

Soy chino, sí. En Occidente, los nacionalismos han estado tradicionalmente asociados a guerras, terrorismos y crisis, pero en China no se ha dado este fenómeno. En el gigante asiático mostrar la bandera china no se interpreta como algo de derechas, radical ni negativo, sino como una muestra natural de tu nacionalidad y tu amor por el país. Por eso es frecuente ver en torno a los estadios cientos de banderas chinas, gente con tatuajes temporales en la cara y fervor chino en los estadios. Evidentemente, aquí juegan un factor importante la educación y la propaganda nacionalistas, pero lo cierto es que los chinos no tienen ningún rubor por mostrar los colores de su país. En este orgullo patrio también ayuda el que China sea el país más poblado del mundo, una de las civilizaciones más antiguas y el desarrollo económico de las últimas décadas.

En esta actitud creo que tiene una gran importancia la historia de China, donde la unidad ha sido considerada como garantía de desarrollo. Los períodos de fragmentación del país son vistos por la historiografía china como algo negativo (aunque no siempre fuera así). Una de las prioridades principales de los emperadores era mantener la unidad del país. Que China estuviera unida y fuerte se ha visto siempre como algo positivo, de ahí que su expresión nacionalista sea algo "normal". (Aquí habría que preguntar a otras etnias del estado, como uigures o tibetanos, pero estoy hablando en general).

Más seguridad, por favor. Antes de que comenzaran los Juegos, le pregunté a mi amigo chino Shiqi que, si fuera periodista, sobre qué noticia relacionada con las Olimpiadas escribiría. Después de pensar 30 segundos, me respondió que sobre la seguridad. Eran justo los días antes de la Ceremonia de Inauguración, cuando la prensa occidental decía que Pekín estaba militarizada y la ciudad se había blindado. Shiqi tenía una visión muy distinta: "Se están tomando muchas medidas de seguridad. Está muy bien. Hay que evitar atentados". La noche de la Ceremonia de Inauguración, me quedé sorprendido viendo tanta presencia militar. Cuando le pregunté a una amiga china, ella no le dio la menor importancia. "Cuando veo al ejército por la calle tengo la sensación de que nada malo va a pasar".

Mientras en Europa tenemos recelos hacia una seguridad excesiva o demasiada presencia militar, en China no parece ser un tema demasiado importante. Un motivo puede ser la enorme población china: en acontecimientos multitudinarios se necesitan muchos efectivos de la policía o el ejército para poder controlar la situación. Aunque pueda sonar a excusa barata, el tamaño sí importa en China.

Asimismo, China no tiene una historia de levantamientos militares contra el poder civil, como podemos tener en Europa. En los países occidentales el Ejército fue durante siglos una fuerza desestabilizadora y que en muchos casos se enfrentaba a la decisión de las urnas. En China no existe esta tradición, ni tampoco la visión de que el Ejército es conservador o de derechas.

Otro motivo podría ser la buena prensa que el Ejército de Liberación Popular ha tenido tradicionalmente en China. Por supuesto, aquí hay mucho de propaganda y algunas excepciones (por ejemplo, Tiananmen 1989), aunque es cierto que el Ejército chino ha estado bastante bien considerado por su población. El último ejemplo, sin ir más lejos, es la labor de ayuda que realizaron durante las labores de rescate en el terremoto de Sichuan.

Actualización:

Sponsors, no os tenemos miedo. China no parece temer a los patrocinios, sponsors ni publicidad excesiva. No es sólo una política del Gobierno y del Comité Olímpico Internacional, sino una percepción de los ciudadanos. Mientras en Europa desconfiamos de la influencia de las grandes empresas y su repercusión en nuestras mentes, los chinos parecen mucho más inocentes. Convertir una parte de un parque público en una tienda gigante de Coca-Cola es un buen ejemplo.

Probablemente la razón sea la evolución histórica de China. Hasta hace bien poco casi no había empresas privadas ni mucho menos empresas extranjeras. El éxito de la transformación económica china se ha basado en la privatización y la captación de inversiones extranjeras, que han sacado a millones de personas de la pobreza. De momento, los patrocinadores son bienvenidos en China.

¿Se os ocurre alguna idea más?

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