Persona, animal o cosa

FACEBOOK - Chantaje emocional 2.0

Berto Romero

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He tomado la decisión de abandonar la red social facebook. Por nada en concreto, simplemente quiero hacerlo. No es definitivo, sólo pretendo descansar un tiempo de su run run virtual-social. La opción que me propone es "desactivar" mi cuenta. Tomo aire y hago clic. Es en ese momento cuando la web me muestra el siguiente mensaje "tus amigos ya no podrán mantenerse en contacto contigo". Y a continuación una serie de fotografías de los mismos acompañadas de la siguiente frase en cada una de ellas: "Fulanito te echará de menos", "Menganita te echará de menos", etcétera (nombres inventados. No tengo ningún amigo, virtual o real, que se llame Fulanito o Menganita, por desgracia).

Trago saliva y sigo con la ruptura. La web me obliga a darle una razón para abandonarla. Si no se la doy, no puedo continuar con el proceso. Me está pidiendo explicaciones. Debo escoger una de entre una lista con varias opciones tales como: "paso aquí demasiado tiempo", "no creo que sea útil", "no me siento seguro", etcétera. Al seleccionar cada opción se despliega automáticamente un texto con consejos para rebatir mi argumento: me explica cómo moderar su uso, cómo hacerlo más útil, cómo configurar mis opciones de seguridad. Estoy inmerso en una discusión de pareja en toda regla.

Y cuando se evidencian los grilletes es cuando odias estar encadenado. Ahora ya no es temporal, me voy para siempre. Logro desactivar la cuenta, pero facebook se revuelve. Me dice que no es definitivo. Permanecerá intacta para cuando quiera volver. Se quedará con mis cosas y dejará la puerta abierta. Busco en google y encuentro laberínticas instrucciones para hallar recónditos menús que me pueden proporcionar la apostasía definitiva. Lo intento, pero no lo consigo. Finalmente doy con un enlace que me lleva a la ruptura total. Alguien encontró la manera y la ha puesto a disposición de otros que, como yo, hemos tomado el tortuoso camino de la separación. Se producen algunos amargos reproches más, nuevos recordatorios de lo irreversible de mi decisión. Activo el proceso. Me concede 15 días durante los cuales aún podré volver, pero advierte que pasado este tiempo, si lo hago, tendremos que empezar de cero.

Cierro los ojos y hago clic.

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