Planeta Axel

United y Chelsea, triunfadores del Super Sunday

El Super Sunday se saldó con el segundo mejor desenlace posible para el Manchester United: ganó al Liverpool (3-0) y vio luego como perdía su principal perseguidor, un Arsenal que sucumbió ante el poder de Drogba (2-1). El Chelsea es ahora segundo a cinco puntos, pero puede seguir soñando con el título de liga ya que espera reducir gran parte de esa desventaja cuando el equipo de Ferguson viaje a Stamford Bridge en la antepenúltima jornada.

Al gran clásico de ayer en Old Trafford le seguirán declaraciones polémicas sobre la actuación arbitral de Steve Bennett. La expulsión de Javier Mascherano con 1-0 en el marcador a escasos minutos del descanso acabó de decantar un partido que en los primeros compases parecía equilibrado pese a que las mejores ocasiones ya habían sido para el conjunto de Alex Ferguson. Y aunque probablemente la segunda amarilla al argentino fuese excesiva, también habría que censurar la actitud del ex de River, que se pasó casi todo el primer tiempo protestando y que insistió en ello pese a ver como Fernando Torres recibía una tarjeta por el mismo motivo unos segundos antes.

Pepe Reina vivió una tarde extrañísima. Detuvo varias situaciones de uno contra uno salvando goles cantados, pero falló en los dos centros laterales que permitieron a Brown (34’) y a Cristiano Ronaldo (79’) anotar los dos primeros tantos del partido. En el 3-0 definitivo del prodigioso Nani no tuvo nada que hacer. Pero por aquel entonces –y desde mucho antes, diría Benítez con indignación apuntando al colegiado-, el clásico estaba resuelto. Más allá de las facilidades que se encontró el United tras la expulsión, los red devils volvieron a mostrarse intratables. Su repertorio en ataque es inagotable y atrás anularon casi por completo a los dos hombres más peligrosos del rival, Gerrard y Torres.

Chelsea y Arsenal saltaron a Stamford Bridge muy presionados: sólo les valía la victoria. Pese a ello, no salieron nada asustados. Ambos tuvieron ocasiones para marcar en una primera parte equilibrada y que tuvo alternancias en el juego. Los acontecimientos se precipitaron tras el descanso. Cuando Sagna adelantó a los gunners en un córner botado por Cesc, Avram Grant tomó una decisión made in Mourinho: retiró a un centrocampista y apostó por otro delantero –Anelka- convirtiendo el esquema en un osado 4-2-4. Los blues adquirieron entonces un ritmo frenético y plantearon una batalla física que anticipaba un largo sufrimiento en el equipo visitante. Y en efecto, al Arsenal el partido se le hizo eterno. En dos balones aéreos, la presencia de Drogba resultó determinante. Primero ganó un rechace para sacarse un trallazo diabólico y después aprovechó el único error de Touré –que se equivocó intentando anticipar- para controlar de espaldas y rematar tras un giro de delantero espectacular.

Más Noticias