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Tiago: una joya para cualquier centro del campo

Tiago Cardoso Mendes creció en la cantera del Sporting de Braga, cerca de su localidad natal de Viana do Castelo, a pocos kilómetros de la frontera norteña con España. Debutó en primera división con 18 años y le bastaron dos temporadas y media para que el Benfica se fijara en él y pagara 2’5 millones en invierno. Fue una inversión extraordinaria, tanto por el rendimiento deportivo que dio como por el beneficio económico que reportó. El Chelsea desembolsó 12 millones de euros para llevárselo a Inglaterra en verano de 2004. Fue una petición de José Mourinho, que lo había sufrido como rival en el Oporto.

Tiago llegó a sonar para el Madrid, pocos meses antes de irse a Londres. José Antonio Camacho lo había tenido en el Benfica y se comentó que estaba interesado en él. El técnico de Cieza ni lo confirmó ni lo desmintió, pero sí reconoció cierta admiración por él. "Es un chico al que le gusta mucho el fútbol y que disfruta jugando", dijo. Pese a ser titular la mayor parte de la temporada, el joven centrocampista luso sólo duró una temporada en Stamford Bridge, donde ganó la Premier y la Carling Cup. Lo incluyeron en la operación del fichaje de Essien, así que se fue a Lyon. Allí ganó dos ligas, siendo una pieza fundamental en el centro del campo. Su regreso a un gigante de Europa parecía cantado y se produjo con la llamada de la Juventus. Esta vez su traspaso costó 15 millones.

En Turín no ha jugado prácticamente nada. Ranieri prefiere a centrocampistas más defensivos y sus participaciones se han visto limitadas a cuatro titularidades y seis ratitos en segundas partes. Muy poco para su categoría, por lo que pronto surgieron rumores sobre una posible salida.

Se le puede definir como un centrocampista completo. En el Benfica llegó a jugar casi como media punta y mostró una gran capacidad goleadora, anotando 13 tantos en una misma liga. Posee disparo desde fuera del área y llegada desde segunda línea, por lo que la mayoría de entrenadores le han dado cierta libertad. Pero también trabaja defensivamente y tiene salida de balón. Se le ha comparado con Deco. Sin tener tanto talento puro, aglutina sacrificio y calidad, una mezcla extraordinaria. Su carácter mixto entre la defensa y el ataque quedó bien definido tanto en el Chelsea como en el Lyon: él ejercía de enlace entre el medio centro puro y el interior más ofensivo. Entre Makelelé y Lampard en el Bridge, entre Diarra (luego Toulalan) y Juninho en Gerland.

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