Planeta Axel

Juande prosigue su romance con las finales

Cuatro meses ha tardado Juande Ramos en conseguir los dos principales objetivos que le plantearon para esta temporada cuando lo contrataron como entrenador del Tottenham Hotspur: ganar un título y clasificar al equipo para competiciones europeas. Ambos quedaron cumplidos ayer en Wembley con la victoria por 2-1 ante el Chelsea en la final de la Carling Cup, que necesitó una prórroga para coronar al campeón tras un intenso duelo entre dos potentes conjuntos londinenses.

Ambos entrenadores resolvieron sus dudas previas en las alineaciones apostando por los jugadores de mayor peso: Robinson fue titular en la portería de los spurs y Terry y Lampard dejaron en el banquillo a Alex y Ballack. El inicio del bloque de Juande fue fulgurante, ya que generó dos ocasiones de gol en el primer minuto. La primera impresión se fue confirmando: el Tottenham tenía más balón, presionaba arriba y mostraba una actitud más agresiva. Chimbonda remató al larguero en un saque de esquina en la oportunidad más clara del primer tiempo, pero fue el Chelsea el que golpeó primero. Didier Drogba aprovechó el hueco que dejó Robinson en un lanzamiento de falta y, en una ejecución muy parecida a la que puso de moda Cristiano Ronaldo, puso en ventaja a su equipo. Los de Avram Grant no habían sido superiores, pero se fueron al descanso con ventaja y con un decorado muy favorable de cara a la segunda parte.

Tras observar las dificultades del equipo para remontar el partido, Juande reorganizó a los suyos al cuarto de hora de la reanudación. Quitó al lateral izquierdo Chimbonda, retrasó a Malbranque, cambió de banda a Lennon y situó a Huddlestone en la derecha. El objetivo parecía ser tapar una zona del campo en la que se movían Anelka y Lampard y atacar con todo a Belletti, probablemente el más flojo de los cuatro zagueros blues. Y dio resultado: tras un centro procedente de ese costado, Bridge tocó el balón con la mano en dos ocasiones y el asistente advirtió al colegiado principal para que éste señalara penalti. Lo transformó Berbatov con su elegancia habitual.

Luego Juande reforzó de nuevo el lateral izquierdo dando entrada a Tainio y Grant contraatacó metiendo a Kalou y a Ballack. La batalla de los banquillos era deliciosa. Los spurs pudieron haberse ahorrado la prórroga si Zokora hubiese sabido resolver un uno contra uno ante Cech después de que Keane lo habilitara con una asistencia maravillosa. Pero al marfileño se le hizo de noche y desperdició sus dos remates.

Ya en la prórroga, Woodgate logró el tanto definitivo al saltar junto al guardameta checo, que rechazó el balón contra la cabeza del ex central del Madrid y el rebote definitivo acabó entrando en la portería. El Chelsea introdujo entonces a Joe Cole, terminó con un 4-2-4 ultraofensivo y acosó por completo a un Tottenham que supo resistir y celebró su primer título desde 1999.

Woodgate sonríe por fin tras su calvario con las lesiones

Jonathan Woodgate no es un central especialmente goleador. Sus tantos como futbolista profesional se pueden contar con los dedos de las manos. El último lo había logrado en un Real Madrid-Rosenborg de Champions en octubre de 2005. Ayer logró un premio inesperado: marcar el gol de la victoria en una final. Por fin una gran satisfacción para un central que prometía muchísimo, que sufrió debido a las lesiones y al que Juande considera ahora pieza fundamental en su nuevo proyecto.

El termómetro de la final

EL MEJOR: Robbie Keane. Aunque no fue decisivo en las jugadas de los goles, se movió con inteligencia e hizo mucho daño a la defensa del Chelsea con sus asistencias al espacio.

EL PEOR: Nicolas Anelka. Compartió delantera con Drogba por primera vez y su posición en banda no acabó de convencer. Estuvo muy desaparecido y apenas generó ocasiones de peligro.

Más Noticias