Punto y seguido

Túnez, en el tablero de Risk

Los pueblos nunca han sido dueños de su destino, no sólo por la habilidad de las clases dominantes en el uso de los mecanismos de manipulación o del ejercicio del terror, sino también por los intereses que sus recursos naturales o su posición estratégica despiertan en otros países.
Túnez, a pesar de carecer de importancia geoestratégica, había sido utilizado en los últimos años por EEUU y sus aliados como un punto de apoyo en su falsa guerra contra el terror islámico, y como un lugar más donde albergar sus tenebrosas cárceles secretas.
Washington y París juegan a canalizar la rebelión popular de los tunecinos. El presidente Obama, a pesar de estar ocupado con la crisis del Líbano, aprovechó la perplejidad de Sarkozy para adelantarse a los acontecimientos. Con las lecciones de la caída del Sha de Irán aprendidas, arrancó a Ben Alí del poder y lo envió a Arabia Saudí, para así recortar el proceso revolucionario. Luego, ha mantenido al ejército alejado de los disturbios para no mancharle de la sangre que se derrama por las calles, reservándole un papel en la escena política del país bajo el clásico pretexto de "garantizar paz y orden".

Ambas potencias intentarán limitar los cambios en una desbenalizacion de cara a la galería para que todo siga igual, aprovechando el telón de Aquiles de este movimiento espontáneo, que es su falta de ideología y dirección, así como la ausencia de una alternativa progresista sólida.
Espero que el entusiasmo por la caída del sátrapa no enturbie la conciencia vigilante del pueblo tunecino.
¿Efecto dominó? Muchos caudillos de la zona aún cuentan con recursos para mantenerse en el trono. Algunos reparten unas migajas de los petrodólares entre un sector de las masas, para que, con machetes y pistolas, mantengan a raya al resto.

No esperen una primavera árabe o musulmana mientras los gobiernos de Occidente, en defensa de sus intereses, sostienen a las oligarquías más reaccionarias y corruptas de esta área geográfica y el Fondo Monetario Internacional les obliga a aplicar drásticos planes de ajuste que condenan a millones de personas a vivir en la miseria absoluta. Saben que la pobreza genera disturbios y aborta las revoluciones.

Más Noticias