Punto y seguido

¿Sahara Occidental a cambio de gas? Pulso entre Argelia e Israel

¿Sahara Occidental a cambio de gas? Pulso entre Argelia e Israel
Soldados estadounidenses realizan este martes maniobras en la zona marroquí de Greir Labouhi, fronteriza con el Sáhara Occidental. - EFE

"La soberanía sobre el Sahara Occidental a cambio de reconocer a Estado de Israel", este regalo (envenenado) de EEUU a Marruecos fue el inicio del fin de una frágil estabilidad en el Norte de África que el efecto mariposa de la guerra de Ucrania puede ser su tiro de gracia.

Mientras Egipto se prepara para otra inevitable rebelión de los pobres, y Libia sigue sumida en una guerra (no civil) sino provocada por las potencias extranjeras, Marruecos y Argelia se convierten en los protagonistas de un escenario que controlan poco.

Desde que EEUU, en el nombre de la soberanía de Ucrania (arrebatada en 2014), ha impuesto sanciones sobre el gas ruso, obligando a los europeos a renunciar a comprar el gas de los rusos y comprar el de los americanos, mucho más caro, la desesperación reina en Europa. Antes de esta jugada, Washington, durante el mandato de Trump, ya les había privado de abastecerse del que es la primera reserva del gas del mundo: Irán. La promesa de Joe Biden de recuperar el acuerdo nuclear con Irán y levantar las sanciones sobre su sector petrolífero y bancario se ha deshecho por las presiones del lobby israelí en Washington. Biden, que durante la campaña electoral, prometió deshacer las acciones ilegales de su antecesor y regresar a la legalidad internacional, habría mentido descaradamente, y no sólo en caso del acuerdo nuclear firmado por seis potencias mundiales con Irán, sino también sobre el Sahara Occidental: no tiene ninguna intención de anular la decisión de Trump de entregar la soberanía de esta región a Marruecos, y respetar la resolución 690 del 29 de abril 1991 que reconoce el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación, ni tampoco mandar de regreso a la embajada de EEUU a Jerusalén a Tel Aviv.

El acercamiento de Marruecos a Israel no es solo político, sino también militar: han firmado un acuerdo de defensa aérea por 500 millones de dólares. Argelia considera esta relación una seria amenaza a su seguridad: el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Yaïr Lapid, en su visita a Rabat, expresó su preocupación por los vínculos entre Argel e Irán. De hecho, el interés de Tel Aviv en Norte de Africa consiste en la formación de alianzas militares para enfrentarse al gigante iraní.

Mientras, el Norte de África -ausente en la agenda inicial de las prioridades de Biden-, no podía quedarse al margen de la actual lucha entre Rusia y EEUU. Y en el análisis de la situación, en esta región del mundo al igual que en otras, sería un error colocar a los países integrantes en la "órbita" de uno u otro, sino ¿cómo se explicaría que Marruecos, socio estratégico de Washington, por ejemplo, se ausentara de la votación de la Asamblea General de la ONU sobre la resolución que expulsaba a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, o que Argelia, aliada de Rusia, en vez de depositar un voto negativo se abstuviera en la resolución que condenaba la "Operación militar" rusa de Ucrania?

La inesperada posición del reino alauita, obviamente, molestó al Occidente, tanto que para recordarle dónde debería haber estado, le invitaron a la reunión de la OTAN en la base estadounidense de Ramstein, Alemania, celebrada semanas después.

El siguiente paso de Washington fue enviar al Secretario de Estado Antony Blinken a Argelia, con el resultado de convencer a sus mandatarios aumentar el envío de gas a Italia. ¿A cambio de que Biden congelase el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental? ¿Por eso EEUU desmintió a Marruecos que este año las maniobras militares de León Africano en parte se iban a realizar en el Sáhara Occidental? La situación está tan enredada que tal hipotética promesa provocaría tensión en sus relaciones con Marruecos, pero también con Israel que ya sueña con una base militar en esta zona, después de entrar a lo grande en el Golfo Pérsico a mano de los jeques árabes, rodeando Irán.

Las relaciones Argelia-Rusia

El séptimo mayor exportador del gas natural del mundo, el primero de África, y suministrador del alrededor del 11% del gas de Europa, Argelia, el país de "las Islas" (así significa su nombre en árabe) mantiene excelentes relaciones con Moscú desde los años sesenta. Entonces, la Unión Soviética no escatimaba ayuda a los movimientos anticolonialista de liberación de todo el mundo, y entre ellos el argelino (Rusia, ni en la era zarista tuvo colonias). "No habrá arrepentimiento ni disculpas", dijo el falso Napoleón, un soberbio presidente Macron, a pesar de que reconocía los crímenes de guerra cometidos por su ejército en Argelia: mataron a millón y medio de civiles, y torturaron y ejecutaron a miles de guerrilleros, haciéndose fotos con sus cabezas decapitadas al puro estilo de los terroristas del "Estado Islámico".

Una vez que Argelia recuperó su independencia en 1960, la URSS, el primer país en reconocerla, contribuyó en la industrialización del país (fábrica de metalúrgica, desarrollo agrícola, capacitación de personal, etc.) y lanzó proyectos esenciales en los servicios de salud o enseñanza, además de convertirse en el principal proveedor de armas de la tierra de Djamila Boupacha, la partisana que desafió la guillotina. Hoy, la situación es otra: el nivel de comercio entre Rusia y Marruecos es mayor que con Argelia, y aunque cerca del 90% de las armas argelinas proceden de Rusia, los bloques han dejado de existir: los generales argelinos, muchos formados en la URSS, son próximos a Moscú, y conviven con la élite gobernante instruida en Occidente.

¿Argelia sustituyendo a Rusia? ¡Es de locos!

Ni queriendo, el país africano puede ser de lejos una alternativa al gas ruso, por:

1. Sus desgastadas instalaciones que necesitan grandes inversiones para modernizarlas, sobre todo en mejorar y aumentar las plataformas de licuefacción de gas.

2. Yacimientos limitados: con una capacidad de producción de 600 mil millones de metros cúbicos (m³) de gas, Rusia exportó en 2020 unos 240 mil millones de m³, mientras estas cifras para Argelia son 130 y 40 mil millones de m³, respectivamente.

3. El aumento creciente del consumo interno.

4. La dificultad en las rutas de transporte: Además del gas natural licuado, Argelia usa una tubería submarina, que alcanza el contienen medio lleno, y otra que pasa por Marruecos, con los riesgos que representa para el suministro.

En marzo pasado, una delegación estadounidense viajó a Argel para pedirle que reanudara el suministro de gas a través de la tubería marroquí, y al no conseguirlo, mandó a la "poli mala", la subsecretaria adjunta de Defensa Chidi Blyden, aumentando la presión sobre el país: ¡Vale, pero a cambio de la solución del conflicto fronterizo con Marruecos y los territorios en disputa! Le habrán contestado los argelinos.

6. La profunda amistad con Rusia y no querer traicionarla. De hecho, uno de los objetivos de EEUU en alejar a Argelia de Rusia. Pero, Argel todavía tienen memoria: Según su embajador en EEUU, Madjid Bouguerra, cuando Argelia se enfrentó al terrorismo "islámico" en los años 90, ninguno de los países occidentales aceptó entregarle equipos militares para combatirlos, entonces, los únicos países que le socorrieron fueron China y Rusia. Pero ¿Cómo EEUU va a combatir a las fuerzas que ha creado y patrocinado? En 2006, Rusia perdonó la deuda de Argelia que ascendía a 5.700 millones de dólares. Los argelinos necesitan del respaldo de Moscú para neutralizar la enemistad de Marruecos-EEUU y de su voto favorable en el Consejo de Seguridad, cuando lo necesite.

Por otro lado, no es Rusia sino la Unión Europea el mayor socio comercial de Argelia: representa el 46,7% de las exportaciones argelinas (por la venta de gas), y EEUU es la primera fuente de inversión extranjera directa en este país, principalmente en el sector de los hidrocarburos.

Rusia participará en unas maniobras antiterroristas el próximo mes de noviembre en Argelia, en la frontera con Marruecos junto con Egipto, Kazajistán y Pakistán.

¿Y los depósitos de Libia?

"Libia no tiene reservas suficientes" para contribuir al aumento del gas en los mercados, afirma el ministro de Petróleo libio.

La mayor reserva de petróleo de África, también cuenta con grandes depósitos de gas, sin embargo, desde el complot de la OTAN para el desmantelamiento del Estado, Libia que en 2010 exportaba millón y medio de barriles de petróleo, ahora produce menos de 1 millón que en gran parte de consume en el mercado doméstico. Con dos gobiernos, uno en Trípoli y el otro en Tobruk, una decena de países que han ocupado esta tierra, y los grupos armados que controlan Sharara, el campo más grande del país, la "Opción Libia" está más que descartada.  Además, uno de los principales actores del campo de guerra libio es Rusia (con el respaldo logístico de Argelia), que impedirá tal "alternativa" a su gas.

Relaciones entre Marruecos y Rusia

Rabat, uno de los principales mercados de armas de EEUU (8.5 mil millones de dólares en 2020) es el único país africano con un acuerdo de libre comercio con EEUU. Lo cual no le impide definir su política hacia Rusia como "neutralidad positiva". Marruecos, al igual que gran parte de los países del mundo, tiene interés en un orden mundial multipolar.

El reino de Mohamed VI es el principal socio comercial de Rusia en África: A finales de 2021, el comercio bilateral aumentó un 42% alcanzando la cifra de 1.600 millones de dólares. Las exportaciones rusas incluyen cereales, maquinaria, productos alimenticios, vehículos comerciales y derivados de hidrocarburos y sus importaciones productos agrícolas, mariscos, y fertilizantes. De hecho, ahora que los marroquíes están sufriendo la peor sequía de las últimas décadas, no pueden permitirse el lujo de dejar de comprar el trigo ruso, ni tampoco cerrar su espacio aéreo a los aviones de esta potencia como lo ha dicta la Unión Europea. En la última década, el rey alauí ha visitado Moscú en dos ocasiones y el presidente Putin le devolvió la visita para probar el Cuscús en Rabat.

Europa, la principal víctima de los mercaderes de gas estadounidenses, carece de una política unitaria para enfrentarse a esta gravísima situación. Bajo la presión de EEUU, Madrid ha tenido que cambiar su posición respecto al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y acoger la propuesta ilegal de Trump, a pesar de que perjudica fuertemente a sus propios intereses gasísticas con Argelia: en 2021, alrededor del 40% de las importaciones de gas natural de España llegaron de esta reserva. Mientras, Alemania aboga por "actuar dentro del marco del derecho internacional" y respetar la resolución de la ONU, y Francia, que vende trigo a Argelia, propone aplicar el "Ojo por Ojo": si nos sube el precio del gas, le subimos el del grano

Así se queda el mapa

- Tensión en las relaciones entre España y Argelia.

- Más conflicto, de momento de baja intensidad, entre Marruecos y Argelia por Sáhara Occidental que puede terminar en guerra provocada, directa o indirectamente, por las potencias extranjeras, que intensificará el ritmo de la emigración (tanto planeada como espontánea) del Norte de África hacia Europa.

- El incremento, todavía mayor, del precio de energía y de alimentos, en una región con ya niveles peligrosos de inseguridad alimentaria.

- Una carrera armamentista entre las dos potencias de Africa.

- El Norte de África y Oriente Próximo vuelven a situarse en el centro de la política internacional, cambiando la agenda de EEUU que tenía a China en la diana.

A la sombra del proceso de la desintegración de Ucrania y la guerra de gas, el mundo, el de los más desfavorecidos, se va hundiendo más y más, y las pocas luces que se veían al final del túnel ( también en el sentido figurado) peligrosamente se van desvaneciendo.

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