Carta con respuesta

No a la emigración

He hecho una pequeña encuesta personal entre mis conocidos y allegados, y he llegado a la conclusión de que todos aquellos que se quejan de que en España hay muchos emigrantes y de que además son los responsables de la delincuencia son personas de orden que, además, suelen tener ellos mismos a inmigrantes ilegales trabajando en su servicio doméstico, pagándoles una miseria y, por supuesto, sin darles de alta en la Seguridad Social. En conclusión, los que están incumpliendo el ‘contrato social’ abusando de las personas más débiles se permiten la osadía de etiquetar con estereotipos xenófobos a varios millones de personas que han venido a este país en busca de una vida mejor que la que dejaron en su país.

DANIEL LÓPEZ RODRÍGUEZ MADRID

Debe de tener usted muy pocos conocidos: yo he oído quejarse de los inmigrantes a obreros de la construcción, empleados y pensionistas. También he oído a gente acomodada expresarse con respeto y comprensión. Es más, entre mis conocidos, los de clase más alta suelen tener menos queja. A ellos, los inmigrantes no les molestan lo más mínimo. Los de clase obrera, en cambio, a menudo conviven con inmigrantes. ¿Estereotipos xenófobos? Sí, puede; pero (perdone que se lo diga claro) lo que usted afirma no deja de ser otro estereotipo como la copa de un pino. Así que, ¿se trata en realidad de cambiar unos clichés por otros? Como dicen en mi barrio: si hay que ir, se va, pero ¡ir para nada!

La realidad tiene una incómoda tendencia a la insurrección. En lugar de adaptarse con docilidad a nuestros prejuicios, hace lo que le da la gana. Es muy fastidioso, porque resulta que no todas las putas tienen un corazón de oro, no todos los obreros son de izquierdas y no todos los inmigrantes son honrados trabajadores ejemplares. ¿Qué hacemos? ¿Mirar para otro lado?

A mí la inmigración me parece un desastre, una tragedia humana de proporciones épicas. Igualdad de derechos, por supuesto, pero no es suficiente: además creo que debemos luchar con todas nuestras fuerzas contra la inmigración: que nadie se vea obligado a emigrar. Decir que es multicultural, enriquecedora, etc. me parece frívolo y cínico. No vienen aquí para aportar colorido, inspiración a cantautores y nuevas modas étnicas: vienen empujados por la pobreza y la injusticia. Aún recuerdo cuando el PSOE hacía campaña con el lema "Que vuelvan los emigrantes". Aunque ya no sean españoles, yo sigo queriendo que estos también vuelvan y que nadie más se vea forzado a emigrar. La única herramienta para esta lucha es la ayuda al desarrollo, pero lo cierto es que ahora el PSOE ha preferido darle el 0,7% a la Iglesia católica; y para los países pobres: metáforas. Supercalifragilístico, ¿a que sí?

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