El presidente de la Comisión Estatal de Población y Planificación Familiar, Zhang Weiqing, en un encuentro convenido con el rotativo China Daily, afirmó que el método de un único primogénito «ha demostrado ser adecuado para la situación china y debe mantenerse para asegurar un crecimiento demográfico equilibrado y estable». Al mismo tiempo que algunos encumbrados burócratas pronosticaban un posible replanteamiento de la ley, otros avivaban las condenas a quienes la vulneran. Las jerarquías del Partido Comunista, en el distrito de Hubei, echarán a 500 asociados por transgredir la política de niño por familia. Muchos de los militantes procedían de modo sagaz: ante la progresiva prosperidad y la prepotencia adquisitiva, resultado del gran avance monetario, desean tener más primogénitos y sufragar las sanciones oportunas. El Gobierno chino debe comprender que es necesario respetar la vida humana, desde la preñez hasta la muerte natural. Las autoridades chinas no tienen potestad sobre la maternidad, ya que es un don de Dios.

 Clemente Ferrer Roselló Madrid

Oiga, Clemente, primogénito (que yo sepa) es un término que se aplica al hijo que nace el primero. Por eso me tropiezo con lo de "un único primogénito". Si es único, por definición será primogénito, ¿no le parece? En cuanto a esos chinos que "desean tener más primogénitos",  pues allá ellos, pero me da la impresión de que lo tienen difícil. Salvo que sean chinos polígamos, claro está; en cuyo caso no tienen dificultad ninguna para tener, pongamos, veinte primogénitos con veinte mujeres distintas. Cada uno de los veinte sería el primogénito para su madre, imagino. En el caso de la poliandria (una sola china que tenga hijos de veinte chinos diferentes), me entran dudas: ¿podríamos llamarlos a todos primogénitos para sus veinte padres distintos?

Un amigo mío, aunque no es chino (pero es un genio), tiene dos hijas de dos mujeres distintas. Cada niña se ha criado con su madre, sin hermana, y eso le permite a mi amigo decir, con bastante gracia, que él tiene dos hijas únicas. En fin, ya sabemos que la primogenitura vale lo que un plato de lentejas, así que no entiendo esa obsesión que según usted tienen los chinos.

En cuanto al fondo de la cuestión: ¿puede el Estado controlar la natalidad? Pues no sé qué decirle, no tengo una opinión formada. ¿Puede el Estado impedir que conduzca un coche, que coma peces recién nacidos o que alguien me ayude a morir cuando decida hacerlo? No sé en China, aquí sí. Si el Estado puede pagarme por tener hijos (como se hace aquí, porque hacen falta), ¿por qué no va a poder también multar a los chinos por tenerlos (donde sobran)? ¿Un premio en metálico por niño está bien, pero una multa no?