Carta con respuesta

Sin sangre

El Ayuntamiento de Teruel ha decidido exterminar a las palomas. Lo sorprendente es que dicen que el sacrificio es incruento. Ahora resulta que cazar a las palomas con jaulas para después servir de carnaza para rapaces no es cruel. Cojan ustedes a una persona viva, métanla en una jaula con un león para alimentarle y díganme si les parece cruel o no. Hay muchas alternativas incruentas como concienciar a la población para que no les den de comer, darles pienso especial para que no críen en demasía, construir un palomar a las afueras de la ciudad para que nidifiquen allí y cambiar los huevos por otros de mentira, etc. Sin duda hay mejores alternativas para controlar la población de palomas que gasearlas, envenenarlas, cazarlas y/o darlas como cebo vivo.

MARÍA PILAR GARCÍA MAZA TERUEL

Buena parte del problema que denuncia tiene fácil arreglo: basta con consultar un diccionario. Le recomiendo el de doña María Moliner. Cruento no es sinónimo de cruel, como usted parece suponer, sino simplemente lo que se hace con derramamiento de sangre. Si yo estrangulo a mi vecina podré vanagloriarme de que la he exterminado de forma incruenta, aunque tal vez no deje de ser cruel. Un rasponazo en la rodilla, en cambio, puede ser bastante cruento, pero no me parece que implique una crueldad desaforada.

Personalmente no siento ningún remordimiento por matar animales: cucarachas, mosquitos, bacterias, los piojos de mi hija, lo que se me ponga por delante. A mí no me tiembla el pulso y me cargo a todo bicho viviente a base de antibióticos, pesticidas, antiparasitarios o matarratas. Como los munícipes turolenses, si es posible, prefiero que sea incruento. Ni siquiera odio a las palomas, como al parecer le ocurre a media humanidad (empezando por Picasso, que consideraba absurdo que ese inmundo animal fuera símbolo de la paz). Sin embargo, como es sabido que transmiten múltiples enfermedades y que adquieren a gran velocidad proporciones de plaga, me parece muy bien que las exterminen sine ira et studio. ¿Cuál es el problema, aparte de que ahora nos la cojamos con papel de fumar? ¿Llegará el día en que un antibiótico se considere una crueldad hacia esas inocentes bacterias? ¿No tenemos ya bastantes repulgos de empanada y escrúpulos monjiles?

Matar palomas a mano sólo da buenos resultados en verso, como la espectacular paloma apuñalada (y el surtidor) de Apollinaire. En la prosa municipal, es más sensato cazarlas y luego envenenarlas. No al revés, porque los cadáveres se pudrirían vaya uno a saber dónde. Y si de paso se las quieren comer unos carroñeros, pues buen provecho les haga. La eutanasia no la permite el Gobierno para los humanos, así que de unos pájaros mejor ni hablemos.

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