Carta con respuesta

Gobernar por señas

¿Cómo debe reaccionar el ciudadano cuando la vicepresidenta, una de las personas más relevantes de la sociedad española, dice, con su sonrisa habitual, que éste es un Gobierno excepcional, ya que tiene más ministras que ministros?

DANIEL GONZÁLEZ BARCELONA

Qué pregunta. Daniel, usted ¿en qué mundo vive? ¿En qué Brunete mediática le inoculan tantísimo veneno? Reaccione con entusiasmo. De otro modo, será calificado de machista. Si al ciudadano se le dice que lo maravilloso, lo histórico de los nombramientos es que sean mujeres, en ningún caso debe insinuar dicho ciudadano que ésa es precisamente una actitud machista. Si alguno afirmare que nombrar mujeres y subrayar que se las nombra (como hace el Gobierno y sus costaleros periodísticos) porque son mujeres, es un insulto machista, se le paseará por las clases con unas orejas de burro y todo el colegio le llamará machista, derechista, cavernícola y casposo.

¿Recuerda aquellos carteles de los bares que decían "Se habla inglés por señas"? Pues lo mismo: se gobierna por señas. Un nombramiento no es un nombramiento, sino una señal pedagógica dirigida a los más pequeños, esos ciudadanos que se vuelven minúsculos vistos desde arriba. ¿No le ha explicado el presidente el "valor pedagógico de los actos del Gobierno"? Encaramado al palo de señales del buque del Estado, sólo ve ciudadanos diminutos, tan alejados de él que serían incapaces de escuchar; así que gira los brazos a toda velocidad con una bandera en cada mano. Está dirigiéndose a nosotros, para desasnarnos por nuestro propio bien. ¿Mensaje recibido? Pues espabile, Daniel, y no sea impertinente, no pregunte cuál es entonces el "valor pedagógico" de Miguel Sebastián, un tío que, al perder, se fue a su casa, en lugar de cumplir el compromiso con sus (escasos) votantes. O el de Bermejo. O el de Magdalena Álvarez. Se acabó el recreo, amigo: ya estamos en clase y aquí se viene a aprender y a obedecer.

La crítica es bienvenida, por supuesto. Critique, si es su gusto, al PP o la Cope, que para eso se los han puesto, pero ¿cómo se le ocurre criticar al maestro en su tarima? El timonel señalero puede aludir sin parar a la condición de mujer de las nombradas o a su embarazo: eso no es machista, a ver si se entera, es histórico. Si usted alude a ello, en cambio, se convierte
ipso facto en un animal depredador, una especie de sanguinario Jiménez Losantos en noches de luna llena. Como Humpty Dumpty: lo importante no es qué significan las palabras, sino quién manda aquí. Mire, ya está avisado: el dómine ZP le está endosando un poco de su gran pedagogía, así que apréndase la lección sin rechistar. Reaccione con entusiasmo. El arrobo es optativo, pero sube muchos puntos.

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