Carta con respuesta

Biblia sí; República no

Como ha declarado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid, en sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo de 15 de diciembre de 2003, la bandera republicana es expresión de una determinada ideología y su exhibición es manifestación legítima del pluralismo político, y el derecho a la libertad ideológica y a la libertad de expresión, reconocido en la Constitución. Por tanto, la exhibición de la bandera republicana, como manifestación de una determinada posición política, es plenamente respetuosa con el orden jurídico existente y pretender reprimirla, como ha hecho el presidente del Congreso, es lo que supone una infracción de derechos fundamentales. Pero, además, el Sr. Bono ha olvidado que la Segunda República, a la que esa bandera representa, es el antecedente democrático más cercano de nuestro vigente ordenamiento constitucional y que, precisamente, los principios democráticos, laicos y republicanos que lo inspiraban eran los que defendían los represaliados y presos del franquismo a quienes la democracia española rendía homenaje en el Congreso de los Diputados.

JOSÉ MIGUEL SEBASTIÁN Y JUAN CARLOS TALAVERA MADRID

Es evidente que ustedes tienen razón. Sin embargo, ese es el problema con el PSOE: nunca hay que tomarles en serio. Hubo quien votó a Felipe González con la consigna "Otan, no; bases, fuera" y luego ya saben lo que pasó. En 1982 tenía yo 19 años. No recuerdo una victoria electoral en la que la totalidad de la izquierda depositara más entusiasmo. ¿Qué hizo el PSOE con aquel capital que se le confió? Lo dilapidó entero en chucherías como la cultura del pelotazo, el GAL y la corrupción masiva. La mayoría de la gente de mi edad nos sentimos estafados y nos convencimos de que se reían de nosotros. El problema es: que los malos sean malos, pase; pero que quienes se dicen buenos sean también igual de malos, no

tiene perdón.

¿Se siguen riendo? No lo sé, aunque hay preocupantes indicios de carcajadas. Habrá quien haya votado a Zapatero para
conseguir un Estado más laico y ya ven.

Ahora se rinde homenaje en el Congreso a las víctimas de la represión franquista. Bono, con su característica oratoria de púlpito provinciano, se enardece hablando de libertad, respeto y valores. Se lo dice a quienes han padecido cárcel y represalias por defender la libertad. Los presos de la dictadura cometieron el mismo error: se lo tomaron en serio. Lo más natural era enarbolar la bandera española de la II República. Bono, archimandrita del PSOE, el mismo partido que se niega a quitar el crucifijo y la Biblia de la toma de posesión, se sintió ofendido. Hay que fastidiarse: Biblia, sí; república, no. Crucifijo, sí; libertad, no. ¿Oyen ustedes risas sofocadas al fondo? Yo sí.

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