Carta con respuesta

Santa orfandad

Hoy que las corrientes feministas radicales promueven la paternidad sin padre, me parece interesante recordar algo que explica Tony Anatrella, experto en psiquiatría social y consultor del Consejo Pontificio para la Familia: la ausencia del padre es la principal causa del retroceso en el bienestar de los niños. Anatrella advierte que la devaluación de la función paterna tiene consecuencias sobre la estructuración psíquica de los individuos y sobre la sociedad: debilitamiento de la imagen masculina, trastornos de la filiación, aumento de las conductas adictivas, pérdida del sentido de los límites (toxicomanías, bulimia/anorexia, prácticas sexuales reaccionales), dificultades para socializarse, etc. La figura del padre es necesaria para el desarrollo psicológico equilibrado de los hijos. El padre es el mediador entre el niño y la realidad; permite al hijo tomar iniciativas. Gracias a la figura del padre, el niño descubre que él no hace la ley, sino que existe una ley fuera de él.

JESÚS DOMINGO MARTÍNEZ GIRONA

No me creo nada de lo que dice ese sabio, pero admito que hay casos que me hacen dudar. Conozco a algunos amigos huérfanos de padre en su infancia y no he constatado eso. Sin embargo, he oído hablar de otros que, en su vida adulta, se comportan como si se hubieran propuesto darle la razón al tal Anatrella. Estoy pensando, por ejemplo, en Juan Pablo II, que no sólo perdió a su padre siendo niño, sino también (antes) a su madre. Claro que, visto de otra forma, a una persona como la que usted describe (politoxicómana, sexualmente confusa, glotona, sin más ley que el propio capricho, etc.), ¿qué remedio le queda para pasar inadvertida salvo el hacerse Papa o al menos sacerdote?

Sin embargo, lo que de verdad me hipnotiza de la Iglesia católica es su capacidad para sorprender y dar espectáculo. Si de verdad un niño criado sin padre es un cataclismo tan devastador, ¿por qué a los católicos les ha dado por que san Juan Bosco sea "padre y maestro de la juventud", cuando es sabido que se crió sin padre (murió cuando él tenía dos años)?

Menudo peligro, ¿no? San Juan Bosco, según usted y su sabio de cabecera, debería ser un delincuente nato, sin noción de la ley, con una sexualidad pintoresca e improvisada (o "reaccional", sea lo que rayos sea eso) y una estructura psíquica de lo más chapucera. ¡Pobres chavales los que van a los salesianos, con ese fundador huérfano! Ahora me explico que Don Bosco (así le llaman) también sea el santo patrón de los magos e ilusionistas españoles (lo sé porque mi hermano Benito es mago vocacional e ingeniero a tiempo parcial). ¿O a usted sólo le asustan los divorcios, los homosexuales, las feministas y catástrofes así de cotidianas?

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