Carta con respuesta

Placer y precio

Publica la prensa que dos de las concursantes fallidas de ‘OT’ han resuelto su frustración vendiéndose desnudas a una popular revista pornográfica. Este hecho desdice del ideario de dicho programa, ensalzador de valores tales como la autosuperación, la capacidad de trabajo, el tesón y el coraje. Las nuevas generaciones no saben recrearse en lo que "ser mujer" significa y se dedican a exhibirse como Dios las trajo al mundo para ser explotadas por los deseos impuros de la lascivia. Quienquiera que hablase de emancipación femenina seguro que no se refería a formar cautivas de la mirada ajena, efigies a todo color que se usan para satisfacer un placer de animal primario, aunque se plasmen exquisitamente en papel ‘couché’ y salgan a la venta, puntualmente, una vez a la semana.

LUCÍA RIVERA BARCELONA

No sé qué decirle: ignoraba que OT contara con un ideario, como los bancos y las grandes empresas. Imagino que será algo parecido: si hay que creer a Iberdrola, los bancos, Renfe y demás grandes empresas filantrópicas, sólo trabajan a favor del medio ambiente, de la paz universal, de la solidaridad y de la cultura. ¿Ganar dinero? Ni hablar, a veces nos venden algo, casi por hacernos un favor, pero es sólo por nuestro bien: para darnos la oportunidad de ayudar a la naturaleza o de luchar contra la injusticia. Hay que estarles agradecidos.

Que unas chicas (o chicos) mayores de edad cobren por publicar sus fotos en pelotas me parece bien. Esas revistas las compra quien quiere, así que no molestan a nadie, le alegran las pajarillas a algunos y ellas se sacan unas pesetas. ¿Cuál es el problema? Como suele decir mi abuela, lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los cristianos. Yo tal vez no lo haría, y usted tampoco, pero de todas formas nadie iba a pagar por fotos mías (ni quizá suyas).

Lo que me llama la atención es que usted hable de un "placer animal primario". ¿Animal? No me parece a mí que sea característico de los animales contemplar un desnudo por placer: yo diría que es una actitud decidida, rotundamente humana, casi demasiado humana, ¿no le parece? ¿Primario? ¿Es que acaso hay placeres primarios, sencillos, que no tengan consecuencias? A mí me parece que no. El placer nunca es fácil y, en mi limitada experiencia, el placer sexual es, en los humanos, el más sutil, oscuro, complicado y exigente de todos. El deseo, como es sabido, nunca se satisface, sino que se sustituye por otro deseo. Al final de esa cadena de deseos se esconde el único deseo al que no queremos mirar: el deseo de muerte. Añada usted la (intensa) brevedad del placer y la desproporcionada, dolorosa duración de su recuerdo, y verá que nunca es tan sencillo (y mucho menos inocente).

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