Carta con respuesta

Islas afortunadas

Sería razonable que en el mapa del tiempo que ustedes ofrecen las Islas Canarias se ubiquen donde realmente están, frente al Sáhara. No parece lógico que a la distancia ultraperiférica de Canarias se le sume la desubicación geoespacial.

OSWALDO BRITO GONZÁLEZ (LA LAGUNA, TENERIFE)

Desde que era pequeño he visto a las Canarias siempre en un recuadro y siempre he entendido sin mayor problema que se representaban así porque, para que aparecieran en el lugar que les corresponde, el mapa del tiempo tendría que ocupar casi una página entera, sin dejar sitio para nada más: ni crucigrama, ni chistes, ni receta de cocina. Todos los niños de los sesenta sabíamos que Canarias está a la altura del Sáhara, pero que se dibujaba así en los mapas para facilitar las cosas. O por lo menos así nos lo habían hecho creer de forma interesada.

Ahora por fin usted nos ha abierto los ojos. Qué ingenuos hemos sido. Con qué docilidad hemos caído en la manipulación. Se trata, ahora lo sabemos, de provocar en el lector una "desubicación geoespacial" con respecto a las Canarias. ¿Con qué oscuro fin? ¿A qué ocultos intereses obedece esta artimaña? No puede ser más que una campaña financiada por la Banca March y que tiene como propósito lograr que el lector acabe confundiendo las Canarias con las Baleares. Los beneficios para el turismo balear saltan a la vista, así como el grave perjuicio a los intereses canarios. ¿Cuántos viajes de novios se contratarán al año a Menorca haciendo creer a los pasajeros que en realidad se encuentran en Canarias? El poderoso "lobby de la sobrasada" no descansa y es posible que las aerolíneas, los hoteles y tal vez alguna emisora de los obispos estén también implicados en el complot.

Ante una situación tan grave, ¿qué podemos hacer? Lo primero, denunciarlo, como usted hace con valentía y sin miedo a las represalias. Lo segundo, actuar con contundencia. Ya he propuesto a los mandamases de Público que la información meteorológica se dé con un mapamundi. ¿Cómo va el lector a ubicar las Canarias si no es consciente de a qué distancia se encuentran de los casquetes polares? ¿No es engañoso, manipulador y antidemocrático que los lectores no puedan saber cuál es la relación de tamaño entre las Canarias y Madeira, por ejemplo? El problema es, como usted no ignora, que la Tierra es redonda, mientras que los mapas son planos. Representar un objeto tridimensional en un dibujo de dos dimensiones nunca es inocente: pruebe a pinchar una pelota y estirarla en una mesa, ya verá como no es tan fácil. ¿Qué proyección debemos utilizar para no inducir a engaño en los lectores? ¿La de Mercator, Winkel-Tripel o Peters? ¿Cuál hará más justicia a la situación y dimensiones reales de las Canarias?

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