Carta con respuesta

Valores democráticos

El miércoles día 5 de noviembre, Diego de Ojeda, director general de Casa Sefarad-Israel, publica un conmovedor artículo sobre Rabin. En él vierte afirmaciones como "Israel nació en 1948 como un Estado para los judíos, hasta entonces pueblo nómada...". ¿¡Nómada!? Que yo sepa, los judíos vivían en los distintos países en los que habían nacido, o sea, "sus países". No andaban errantes en caravanas o algo parecido. Dice también el artículo que "Israel se creó como una democracia con los valores humanísticos más altos, ajenos a la región en la que las Naciones Unidas decidieron establecerlo". ¿Se puede ser más cínico? ¿De qué valores habla? ¿Del valor del terror, de las matanzas colectivas de palestinos en sus aldeas, del robo y el expolio de tierras, que aún hoy continúa? Señor Ojeda, aún queda gente que no se lo traga todo.

MARÍA JOSÉ ÁVILA SÁNCHEZ MADRID

En 1986, Mordechai Vanunu era ingeniero en Dimona y decidió revelar la existencia del arsenal atómico secreto de Israel. Le secuestró en Italia el Mossad: así lo escribió en la palma de la mano, que apretó contra el cristal de la ventanilla de un coche. Que Irán tenga un programa nuclear es intolerable: va a haber que invadirlo. Con las bombas atómicas de Israel, en cambio, hay que hacer la vista gorda: no están en manos de moros, así que podemos fiarnos.

En mi opinión, por debajo de las razones de quienes apoyan a Israel late un sentimiento inconfesable y poderoso: el racismo. ¿Democracia? Depende: si votan a Hamás, la democracia deja de ser interesante. Cuando en 1953 el primer ministro iraní, Mosaddeq, intentó nacionalizar el petróleo, Estados Unidos y el Reino Unido prepararon un golpe de Estado para poner en el poder... ¡al Sha, ese inmenso demócrata!

¿Democracia? Se trata, como dice el propio Ojeda, de esos valores superiores, tan "ajenos a la región". En definitiva se trata de que los israelíes por lo menos no son moros. Son de los nuestros. Israel es un país occidental, con nuestros valores (superiores, claro). No llevan chilabas ni turbantes, no rezan a dioses de mentira, son blancos y se puede confiar en ellos, porque tienen "valores humanísticos más altos", los nuestros, "ajenos a la región" (que, como se sabe, es una región repleta de traicioneros moros con sus correspondientes valores de muy poca calidad). Por eso, Obama ya ha prometido "eliminar" la amenaza de Irán y Biden es un sionista declarado y exaltado.

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