Carta con respuesta

Al grano

Se equivoca Antonio Cañizares al acusar de "cristofobia" a quienes mantenemos una postura progresista y democrática sobre cuestiones como el aborto, la eutanasia, la educación o la retirada de símbolos religiosos de los ámbitos públicos. Estaría más acertado si en vez de hablar de "cristofobia" hablara de "obispofobia"; pues son los obispos los que, con su postura intransigente, impositiva y reaccionaria están impidiendo el legítimo y sano ejercicio democrático en un Estado aconfesional. La sociedad española no padece de "cristofobia", pues, como dijera Pilatos, los demócratas, aunque laicos, tampoco encontramos ninguna culpa en la figura y mensaje original de Jesús. Sin embargo, sí observamos en sus representantes un mensaje cristiano distorsionado que interfiere, se entromete e intenta manipular la realidad democrática a su conveniencia.

PEDRO SERRANO MARTÍNEZ VALLADOLID

Hay quien piensa que la crisis financiera se debe a una mala gestión, a excesos, a errores que han tenido lugar dentro de un sistema económico que funciona bien. No es el sistema, es que ha sido mal utilizado. Sin embargo, imagino que se puede pensar también que esta crisis no es más que el resultado natural del sistema económico y financiero capitalista. Tal vez peque de ingenuo, pero imagino que se puede estar en contra del sistema en sí mismo.

De la misma manera, hay quien afirma que lo malo no es el cristianismo, sino el mal uso que hacen algunos de él o la mala interpretación que hace la jerarquía católica de un "mensaje original" que es bueno y queda a salvo. Vale, pero, en mi ingenuidad, también imagino que se podrá estar en contra del "mensaje original" y que se puede, con todo derecho, opinar que no se trata de una distorsión o una mala interpretación, sino que es la consecuencia natural del cristianismo. Imagino que también se puede ser anticristiano. O incluso manifestarse en contra de toda ideología religiosa.

¿Se puede? Pues, si se puede, yo levanto la mano. Estoy tan en contra del capitalismo como del "mensaje original" cristiano y de la Iglesia. ¿Fobia? Ni hablar: no es aversión, ni proyección de un temor íntimo, ni miedo exagerado. No es ninguna fobia, sino una opinión en contra. Es lo que pensamos algunos, aunque creo que Cañizares se equivoca: debemos de ser cuatro gatos. Como usted dice, la mayoría sólo critica lo que dicen los obispos, pero salva la religión a la que representan y su "mensaje original".

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