Carta con respuesta

Pensar no es delito

La apología del genocidio ya no es delito según el Tribunal Constitucional. El TC ha liberado de la cárcel a un xenófobo argumentando que lo que hace es ejercer la libertad de expresión. Para el TC lo importante es la libertad de expresión, por encima de la apología de la violencia. Bien mirado es fantástico, ahora ya podemos hacer campañas para que cuelguen –de sus santas partes– a los líderes de Partido Xenófobo para Cataluña de Vic, Manlleu o Vendrell (aunque éste último está tan debilitado que ni siquiera vale la pena), o los quemen para así ahorrar combustibles fósiles... Siempre nos amparará la libertad de expresión. ¡Guay!

MONTSERRAT CUNILLERA BUSQUETS, Tarragona

Creo que está confundida, Montserrat. La apología del genocidio sigue siendo delito. La campaña que usted propone también sería delito si la llevara a cabo. Lo que no es delito es la negación del genocidio. El pensamiento no delinque y puede expresarse libremente. Se puede creer y defender en público que el Sol gira alrededor de la Tierra, que el alma reside en la glándula pineal o que el rey debería abdicar. Lo que no se puede es incitar a nadie a degollar a los astrónomos, a escupir a los cartesianos o a cometer un atentado contra el rey.

¿Se pueden tener ideas xenófobas? Claro que sí. Lo que no se puede es pegarle un martillazo a un extranjero. ¿Se pueden tener sentimientos racistas? Claro que sí. Lo que no se puede es insultar a un chino o negarle un empleo a un negro. ¿Se puede escribir Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes? Claro que sí (De Quincey lo hizo). Lo que no se puede es matar al vecino o promover de hecho el crimen (cosa que no hizo De Quincey). A mí no me parece tan difícil entender la diferencia. Habrá quien piense que, en realidad, el genocidio nazi no existió. También habrá quien afirme que Carlos III era un ciborg enviado desde otra galaxia y quien esté convencido de que Portugal es un país repleto de dragones. Ser un menguado o un imbécil no es delito; decir sandeces tampoco. Por suerte para mí, claro: si encarcelaran por decir tonterías, me veo convertido en El Conde de Montecristo...

Los que quemaron a Galileo estaban convencidos de tener razón, como usted. No la tenían, pero eso es indiferente. Aunque Galileo hubiera estado equivocado: ¿se puede condenar a alguien por lo que piensa y dice? Yo creo que no. Por mucho que nos repugne lo que dice. Sólo se podrá castigar a alguien si sus palabras inducen a cometer delitos o hacen apología del delito. ¿Encarcelamos al que niegue el Holocausto? ¿No es mejor convencerle? La libertad de expresión sólo existe cuando aceptamos el derecho de otros a decir algo que nos ofende por su maldad y su estulticia.

RAFAEL REIG

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