Carta con respuesta

La conciencia de Trillo

Ya sé porqué el Sr. Trillo no tiene remordimientos de conciencia, como tendría toda persona bien nacida. No podía entender cómo él, de misa y comunión diaria, no asumió en su momento la responsabilidad. Creía que, como buen católico, se arrepentiría de su indigna conducta y pediría perdón. Muy al contrario, su soberbia, pecado capital, se ha hinchado como un balón, y nos encontramos con un Trillo que dice estar en paz con su conciencia, con las víctimas del accidente, con sus apenados y valientes familiares y con el mundo en general. Ahora entiendo. El Sr. Trillo es Dios: por eso él solo se juzga y él solo se absuelve. Nadie se ha dado cuenta todavía. Espero que no me guarden el secreto.

PAQUI MAQUEDA FERNÁNDEZ SEVILLA

A mí la conciencia de Trillo me importa un rábano, no sé por qué la saca a colación. Yo no soy cura, no soy psicólogo y me trae al fresco todo este bricolaje espiritual que se traen ustedes entre manos. Ni siquiera soy maoísta, no me hace falta una autocrítica ni una palinodia por la tele. ¿Qué diantres me importa si Trillo está a gusto o no con su conciencia o si es o no buen católico? Ni que yo fuera su confesor o su terapeuta. Allá se las componga. A mí se me da un ardite que la conciencia de Trillo tenga la manga más ancha que un kimono o más estrecha que el ojo de una aguja.

No se trata de eso: es un político y lo que nos toca juzgar son sus acciones. Si se retorciera, arrepentido, los cabellos con las manos (arruinando ese tan airoso flequillo flameante), a mí me daría lo mismo. Su actuación fue irresponsable y vergonzosa, y debería haber dimitido o deberían haberle destituido (en paz con su conciencia, si le da la gana). Eso ya no tiene arreglo. Si además incurrió en responsabilidades civiles o penales ya lo decidirán los jueces.

Por otra parte, tuviera yo vida interior o conciencia (que no es el caso), sin duda haría lo mismo que Trillo (aunque en silencio): en conciencia, sólo yo me absuelvo o me condeno. ¿Qué esperaba? ¿Qué la conciencia de cada uno se decida por votación? ¿Que la discutan los tertulianos en la radio? No es que Trillo sea Dios, es que la conciencia es eso: es uno mismo el que se juzga.

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