Carta con respuesta

Democracia y demagogia

Ecuador ya es un país libre de analfabetismo, y esto me hace pensar. Cuba ha exportado un eficaz programa de alfabetización de adultos, "Yo sí puedo", y medios materiales para alfabetizar América Latina. Por el otro, EEUU y España en vez de maestros envían militares, y en vez de lápices y libretas rifles y balas, a países como Afganistán e Iraq, sin haber acabado ni con el narcoterrorismo que dicen perseguir ni con el analfabetismo. Extraigo dos reflexiones: hay países que ayudan solidariamente a que otros crezcan y países que los expolian y masacran en su provecho; la alfabetización, sin dejar de ser muy buena, no es la panacea: EEUU y España están alfabetizados desde hace mucho tiempo, y miren.

MANUEL MÉRIDA FERNÁNDEZ. OVIEDO

Tiene toda la razón. Además de tropas, enviamos, sobre todo a América Latina, bancos y empresas: son lo que más contribuye al desarrollo y a la libertad bien entendida, la que crea riqueza (para el Banco de Santander, Repsol o Telefónica). 

El impulso a la alfabetización en América Latina viene de Cuba (y su programa) y Venezuela (y su apoyo financiero). Salta a la vista que se trata de un complot demagógico propio de trasnochadas dictaduras comunistas. La prueba: los únicos seis países libres de analfabetismo en América Latina son Cuba, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Argentina. Salvo el último, todos están inmersos en el eje del Mal (Castro-Correa-Chávez-Evo Morales-Daniel Ortega). ¡Muy sospechoso! Las democracias no intentan manipular al pueblo enseñándole a leer y escribir, sino que se preocupan de su bienestar, como hace Estados Unidos: en Colombia (más de 2 millones de analfabetos) instala bases militares (aplaudidas por España), en lugar de hacer demagogia barata. Las democracias se preocupan (como diría Rajoy) de "lo que de verdad interesa a los latinoamericanos".  Guatemala: 21% de analfabetismo; Honduras, 20%;  Brasil: 10.5%, etc. Libertad verdadera, la de poder ver la tele y poder comprar; no la falsa libertad de leer por su cuenta. 

La libertad que ofrecen los malvados es un espejismo. Como usted dice, ahí están España y EE.UU. ¿Qué más prueba es necesaria?

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