Carta con respuesta

Todo lo que me gusta

Se calcula que engordamos tres kilos en las comidas navideñas, lo que es una vergüenza, pero quién se resiste a tanta comida como la que hay por donde sea que vayamos. Comidas de empresa y comidas familiares, y todo en abundancia, que se considera hoy en día signo de felicidad. Con apetito o sin apetito, hay que consumir igual que si nos fuera la vida en ello. De beber tampoco nos podemos quedar cortos, pues nos ofrecen por doquier buenos vinos y cavas, a los que no nos podemos resistir sin ser calificados de poco vividores, de no saber apreciar lo que es excelente. El espíritu navideño consiste, sobre todo, en consumir sin sentido comidas grasientas y dulces variados. Tres kilos de engorde parecen pocos. Habrá muchos que engorden más, con lo difícil que es perder luego los kilos de más. Justo castigo a nuestra gula.

ANTONIO NADAL PERÍA, Zaragoza

¿Y cómo se calcula eso? ¿Es una media estadística, como el salario medio, que tiene en cuenta el de Botín y el de un peón de la construcción? Por mi parte he engordado un par de kilos y no me da ninguna vergüenza. Y perderlos o no me importa un rábano. Dice que la abundancia "se considera hoy en día signo de felicidad". ¿Hoy en día? Se ha considerado siempre, que yo sepa. Por algo será. Que durante unos días al año nos volvamos todos partidarios de la felicidad, del exceso y de traspasar los límites a mí me parece excelente. ¿Que engorda? ¡Pues que engorde! Como dice la canción: "Todo lo que gusta es ilegal, es inmoral o engorda".

Además, ¿para qué rayos queremos estar todos tan delgados? Hace poco leí que más de la mitad de la población padece sobrepeso. Un poco chiripitifláutico, ¿no cree? Si es el peso de la mayoría, entonces ¿con respecto a qué es sobrepeso? ¿No es un poco absurdo afirmar que la mayoría de los rinocerontes están gordos? Si hubiera un pequeño porcentaje de rinocerontes mucho más gordos que el resto, tendría algún sentido; pero, si son la mayoría, igual es que los rinocerontes son así y ya está. A lo mejor los españoles somos así, con barriga y cartucheras, ¿y qué? ¿O se trata de sobrepeso con respecto a un canon maquinado por los chupatintas del ministerio de Sanidad?

En ese caso, siempre recuerdo la idea de Federico Mayor Zaragoza: la salud es un concepto biográfico, no biológico. Cada uno necesita la salud que hace posible su propio proyecto de vida. A mí, como escritor, no me hace falta correr cien metros en ocho segundos ni pesar 60 kilos. El peso ideal será el que a cada uno le hace feliz y facilita su vida. Estos tíos (y tías) del ministerio pondrían a régimen a Falstaff, a Picwick y al propio Chesterton. No quiero ni pensar lo que harían con un obeso, alcohólico y fumador, como Churchill.

RAFAEL REIG

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