Pato confinado

Receta de lentejas con verduras

Plato bíblico, alimento de faraones, regalo para los hijos pródigos. Fuente de hierro, manganeso, potasio, cobre, fósforo y zinc... La lenteja, igual que otras legumbres, es un pilar nutricional, cuna de la dieta mediterránea. Antiquísima, su cultivo surgió en el crepúsculo de la agricultura, en la madrugada de la civilización, hace más de 10.000 años, en Próximo Oriente.

Hay muchas formas de prepararlas (con chorizo o costillas de cerdo, en ensalada, con curry, estofadas, a la jardinera...). En Pato Confinado hoy apostamos por una sencilla receta de lentejas con verduras. De cuchara, cultura, tradición. Un homenaje a nuestras abuelas, por las que últimamente sufrimos tanto. Mejorarán su sabor si se guardan para el día siguiente.

 

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Aunque la tachen de viuda del chorizo, esta receta de lentejas vegetal es nutritiva y sana, y muy sabrosa. Las hortalizas empleadas cambian a veces, según el cocinero o la región, así que estás autorizado a experimentar con otros vegetales que tengas a mano (por ejemplo, con la berenjena o la coliflor). También es posible añadirles arroz, reforzando sus proteínas.

Receta de lentejas con verduras

 

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Ingredientes 4 personas:

  • Lentejas, 550 g.
  • Zanahorias, 80-100 g. Una grande o dos pequeñas.
  • Una cebolla mediana.
  • Ajos: 2 dientes.
  • Patatas: 2 medianas.
  • Medio pimiento rojo (opcional).
  • 1 pimiento verde.
  • Un tomate maduro.
  • 1 puerro.
  • 1/2 calabacín.
  • Hoja de laurel.
  • Una rama de apio (opcional).
  • Sal.
  • Cucharada de postre de pimentón de la vera.
  • Una pizca de pimienta molida.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Vasito de vino blanco.
  • Caldo de verdura o pollo (opcional).

Elaboración de la receta:

1. Las lentejas, si no son pardinas, deben ponerse el día anterior en remojo, como ocurre con otras legumbres secas. Transcurrida la víspera (12 horas), cuélalas y reserva.

2. Empieza siempre por el sofrito, la base:

  • Lava bien y pela las verduras que lo necesiten. Parte en finos trozos la cebolla y los ajos. Si quieres dejar uno de los ajos entero y con piel, un pelín machacado, en la sartén, reforzará el sabor.
  • Un chorro de aceite de oliva virgen, y que empiecen a freírse a fuego suave. Corta en daditos el resto de verduras: los pimientos, la zanahoria, las patatas, el calabacín, el apio... Añádelos a la cebolla y ajo y que se sigan suavemente.
  • Sofríe alrededor de 10 minutos, y échale después una cucharada de pimentón dulce vigilando siempre que no se queme.
  • Añade el tomate maduro rallado y una pizca de pimienta. Deja que continúe al fuego unos minutos con el resto de ingredientes. Dale un toque con una hoja de laurel. ¡Ya tienes el sofrito, alquimista! La base del sabor. La fuerza de todo guiso. Tu cocina empieza a oler de maravilla. Se acercan propios y extraños. Algunos parecen dispuestos a saltarse el confinamiento.
  • Puedes añadirle el vaso de vino blanco y otro de caldo para que los sabores se enriquezcan. Deja que se evapore siempre el alcohol del vino.
  • En este momento, si quieres pecar (y ahora que nadie nos oye): podrías casar a la viuda, echarle un trozo de chorizo...

3. Ok. Se han juntado sabores y aromas, súmale las lentejas.

  • Rehógalas un minuto con el sofrito de las verduras en la olla.
  • Si te gusta que tenga un aroma fuerte puedes aportarle una pizca de comino.
  • Añade el agua, que las cubra sin exceso. En función de la cantidad te saldrán más o menos espesas.

4. Es el momento del chup-chup, el sonido de la magia...

  • Las lentejas son un plato de guiso lento. Si tienes olla express te costará entre 15 y 20 minutos. Si no, unos cuarenta minutos.
  • Verás que muchas de las verduras se han desecho y juntando en ese maravilloso tapiz marrón. Si han salido demasiado líquidas para tu gusto, puedes coger un puñado de lentejas ya cocidas, machacarlas en el mortero y añadirlas de nuevo al guiso para que espese.
  • Truco (opcional): Se puede añadir sobre el estofado, antes de emplatar, un huevo duro rallado, aumentando potencia calórica, pero también el sabor.

Lentejas, lentejas, si quieres las comes... pero seguro que no las dejas.

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