Pato confinado

Receta de champiñones en salsa de vino blanco

Champiñones en salsa.
Champiñones en salsa.

Los champiñones en salsa se encuentran en ese rango de recetas resultonas, fáciles y apetecibles. Regados con vino blanco, acompañados de ajo, con su puntito de pimentón... son un escándalo. Debes servirlos con una buena salsa que obligue a los comensales a chuparse los dedos. Pueden funcionar como guarnición o como primer plato si le añades unas virutas de jamón. No tienen ninguna complicación en su elaboración, siempre que se cocinen con cariño. Como ocurre con otros hongos, se dice de ellos que fortalecen el sistema inmunitario, que aportan minerales (selenio, magnesio, fósforo, yodo, calcio, zinc y potasio) y vitaminas. Al estar formados en su gran parte por agua, son poco calóricos y tienen además un efecto saciante por las sustancias que contienen. Esto los convierte en aliados de aquellas personas que necesiten perder peso. No obstante, es recomendable cocinarlos bien porque crudos pueden ser algo indigestos, contienen unos metabolitos de los que se discute si son tóxicos. Otra opción riquísima es prepararlos en una  suculenta crema.

Receta de champiñones en salsa de vino

Ingredientes 2 personas:

  • Medio kilo de champiñones.
  • Un vasito de vino blanco.
  • Media cebolla.
  • 2 dientes de ajo.
  • Una cucharada de maicena (harina de maíz).
  • 1 hoja de laurel.
  • Perejil.
  • Unas virutas de jamón serrano (opcional).
  • Una pizca de pimentón dulce.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Sal.

Elaboración:

Recuerda que el champiñón es pura agua, por lo que no es recomendable lavarlos bajo el grifo (chuparán más líquido y perderán propiedades). Es mejor limpiarlos con una bayeta o papel absorbente algo húmedo. Algunos cocineros también pelan la capa de piel exterior (la cutícula del sombrero que se desprende fácilmente). Debes cortarlos en rodajas algo gruesas y después cocinarlos bien, a fuego fuerte, en una sartén u olla. La salsa se obtiene al añadir el vino blanco con harina de maíz y un majado de ajos y perejil. Al calcular las cantidades, ten en cuenta que los champiñones menguarán durante la cocción al evaporarse su agua. Hay quien también le tira una punta de guindilla de cayena.

1. Limpia los champiñones:

Con un trapo o papel limpia los champiñones. Córtalos en rodajas medias, tirando a gruesas. Pica con un mortero el majado (echa dos dientes de ajo pelados, una pizca de pimentón dulce, sal y abundante perejil fresco). Añade un vasito de vino blanco. Mézclalo y reserva.

2. Cocina las setas en su salsa:

En una sartén, añade un chorrito de aceite de oliva. Caliéntalo y echa la media cebolla picada. Deja que se poche. Añade la hoja de laurel cortada en trozos. Cuando la cebolla empiece a estar translúcida, introduce los champiñones. Dales un punto de sal. Si vas a echarle jamón, puedes hacerlo en este punto. Deben cocinarse a fuego vivo hasta que empiecen a estar hechos y hayan reducido su agua. Añade una cucharadita de maicena y rehógala. Echa el majado que habías reservado. Deja que se cocine todo junto durante unos cinco minutos hasta que se forme una rica salsa. Sírvelo caliente.

➥ Seguimos con una receta de champiñones rellenos.

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