Pato confinado

Receta de magret de pato con miel

Magret a la miel.
Magret con salsa de miel.

El magret de pato es una de las carnes apreciadas por la cocina francesa. Este magret a la miel es un fiel reflejo de ello. Una carne grasa, muy sabrosa, fuerte, apetitosa. Al combinarse con la salsa de miel se produce un baile sugestivo, todo un perreo en tus papilas gustativas.

La receta es sencilla pero deberás seguir en orden los pasos. Especialmente en lo referente a la grasa del pato, que es donde está el secreto. Debes retirarla mientras fríes la carne (usa para ello una sartén cómoda y manejable). La grasa está en la parte de la piel y con ella montarás la salsa de miel y vinagre. Para que el pato suelte bien el jugo, tendrás que hacerle unos cortes en su piel, no muy profundos, que no toquen la carne, y en forma de rombo o de rejilla amplia. Después, corta el pato en rodajas y sírvelo junto a la salsa.

Dificultad: Media.

Nivel de emoción al comerlo: Como despertar en un estanque primaveral escuchando el lejano rumor de las abejas.

Partículas elementales: Buenas proteínas, un exceso de grasa, y un más que reconfortante azúcar libado. Solo para caprichos estacionales.

Receta de magret de pato con miel

Ingredientes:

  • 1 magret de pato fresco por una o dos personas.
  • 8 cucharadas de miel.
  • 1 vasito de vinagre balsámico o de Módena.
  • 1 cebolleta.
  • 1 ramita de romero fresco.
  • Pimienta negra molida (abundante).
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal.

1. Prepara el magret:

Hazle unos pequeños cortes a la piel del magret, con un cuchillo afilado, no muy profundos, y en forma de rejilla. Salpimenta las carnes (en abundancia). Hazlo por los dos lados. Embadurna la carne con unas gotas de aceite de oliva y déjalo reposar alrededor de un cuarto de hora. Pon una sartén al fuego y, cuando esté muy caliente, casi humeando, añade el magret por la parte de la piel. Verás que empieza a soltar mucha grasa (debes sacarla a medida que vaya emergiendo, ponla en un recipiente, resérvala). Pasados cinco-diez minutos, dale la vuelta al magret, y tenlo haciéndose unos cinco-diez minutos más por el otro lado. Si te gusta que la carne esté hecha, tenlo más minutos al fuego (muchos cocineros lo prefieren tirando a crudo).  Una vez frito, tapa el pato con papel de aluminio para que conserve el calor.

2. Haz la salsa de miel y vinagre:

Lava y pica la cebolleta (bien picada). En la misma sartén, añade parte de la grasa del magret que tenías reservada. Sofríe allí la cebolla, a fuego bajo, junto a una ramita de romero fresco. Cuando la cebolla esté transparente, añade la miel (puedes licuarla antes en el microondas). Remueve. Echa el vasito de vinagre de Módena. Vuelve a remover y espera a que reduzca durante varios minutos (hasta que tenga una textura espesa).

3. Corta y emplata el magret:

Con un cuchillo muy afilado y grande, corta el magret en rodajas. Ponlo sobre una fuente y sírvelo con la salsa por encima del pato o aparte, para que obren a su antojo los comensales.

➥ Seguimos con una receta de confit de pato a la naranja.

Más Noticias