Los calamares en su tinta es uno de los platos estrella de la gastronomía española. Deliciosos, sabrosos, algo dulzones, con un seductor color negro, siempre maravillosos (si se saben cocinar). Consiste en un guiso de calamares con verduras al que se le añade la tinta del cefalópodo. Se guisa el pescado entero, incluidos los tentáculos.

Es una receta que necesita que estés encima y que sigas los pasos correctamente. No le añadas la sal hasta el final y asegúrate de que el calamar esté seco cuando lo frías. Es recomendable que utilices la tinta natural del calamar (pídele al pescadero que te la guarde), aunque, como suele ser escasa, puedes ayudarte también de la tinta ya preparada que venden en los supermercados (de este modo conseguirás un color negro más intenso y llamativo).

Puedes acompañar a los calamares en su tinta de arroz blanco o de patatas fritas. Si lo consigues, habrás comprendido una de las maravillas abisales de nuestra gastronomía.

Dificultad de la receta: Medio-alta, como una cuesta en día de lluvia.

Nivel de emoción: Puro vicio de nuestras abuelas.

Pega con... Viajes interiores en el Nautilus de Julio Verne, sonrisas con dientes negros sin ningún complejo, amanecer marítimo en Madrid, Huesca o Soria.

Partículas elementales: Proteínas de alta calidad bañadas por la miel de un oleaje oscuro.

Receta de calamares en su tinta

Ingredientes 2 personas:

• Alrededor de medio kilo de calamares frescos (con su tinta).
• 1 cebolla grande.
• 2 dientes de ajo.
• Tinta de calamar ya preparada (1 sobre).
• Un tomate maduro triturado.
• 1 vaso de vino blanco.
• Guindilla de cayena.
• Perejil fresco.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Sal.

1. Limpia y prepara el calamar:

Pide en la pescadería que te limpien los calamares y que te reserven su tinta. Compra también una bolsa de tinta ya preparada para reforzar el color y sabor. Lava y seca muy bien el pescado con papel absorbente. Córtalo en dados o rodajas, e incluye los tentáculos.

2. Fríe la cebolla y el ajo:

Pela y corta la cebolla en juliana. Pela y corta en láminas los ajos. Pon a calentar en una sartén un chorro de aceite de oliva. Añade la cebolla y el ajo y, a fuego medio bajo, póchalos. Añade una punta de guindilla de cayena (más, si te gusta el picante).

3. Prepara la tinta:

Sube un poco el fuego e introduce en el sofrito los trozos de calamar. Remueve de vez en cuando y espera a que empiecen a dorarse (unos seis minutos). Ten en un vaso la tinta natural del calamar con un poco de agua: corta con una tijera la bolsa que te habrá dejado el pescadero. Añade en ella un pelín más de la tinta ya preparada (la cantidad dependerá de cuánta tinta natural haya salido). La idea es que salgan negros, brillantes, pero vigila porque la tinta preparada es bastante fuerte. Baja el fuego y agrega el tomate triturado junto a la tinta.

4. Guisa los calamares:

Deja que se cocine unos minutos hasta que el tomate se integre en el conjunto. Añade el vaso de vino blanco y tapa los calamares. Tenlo guisándose alrededor de 20 minutos. Remueve de vez en cuando. Comprueba el punto de sal. Saca la tapa, espolvorea perejil fresco picado, y continúa guisando los calamares mientras se reduce la salsa. Cuando estén negros, tiernos y la salsa espesa, lo tendrás listo. Déjalos reposar. Sírvelos calientes.

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