El repartidor de periódicos

El canto del jarrón chino

Portada-de-El-PaísFelipe González no quiso ser jarrón chino esta semana, y se descolgó el jueves a los kioskos con una macroentrevista a cuatro páginas en El País para indicarnos a los españoles por dónde se llega, más o menos, al Valhalla democrático. El problema es que no se le ha entendido muy bien a Felipe lo que quiere decirle a Pedro Sánchez y tal, pues los penúltimos ex presidentes españoles tienen la tendencia a hablar una extraña jerigonza entre ininteligible y ritual, muy en plan maestro Jedi pasado por Antonio Ozores. A José María Aznar ya le salía el raro habla incluso de electo, cuando nos decía aquello de las no tan lejanas montañas y frondosos bosques donde habitaban los druidas del terrorismo que le causaron tantos desvelos. Pero es que Aznar siempre fue muy dado al poligloteo, desde sus incursiones íntimas en la práctica del catalán al recitado del español con acento tejano que hoy estudian los filólogos de Georgestown.

La explicación que le da FG al director del diario psocialista para justificar que le haya encargado el mandao de la entrevista va en esa enigmática onda: "Ahora acepto esta entrevista porque estoy cansado de que otros interpreten lo que suponen que pienso o debería pensar, dependiendo de gustos o de intereses. Como cualquiera, me puedo equivocar, algo a lo que incluso tengo derecho, pero me gustaría no interferir, sin renunciar a opinar cuando quiero o creo que necesito hacerlo".

En estas cuatro páginas de no interferencias vuelve el ex presidente a la carga con su mantra antipodemita (que si Venezuela, el comunismo con piel de cordero y tal), aunque después nos desgrana, en larga parrafada, el programa de Podemos para guiar los destinos del gobierno que salga de la capacidad de conciliación de Ciudadanos: "Diría que necesitamos una economía social [...]. En España son muchas las desigualdades provocadas, y hay que corregirlas con un modelo económico capaz de[...] redistribuir con justicia el excedente que se genere. Tenemos que dignificar el trabajo, superando la precariedad, mejorando los salarios y relacionándolos con la productividad. En fin, tenemos que recomponer nuestro sistema de acceso universal a la sanidad; pactar una reforma educativa en general y [...] apoyar en serio, no con palabras, la investigación y la innovación para mejorar nuestra capacidad de competir y de generar empleos dignos. Deberíamos federalizar nuestro modelo autonómico [...]. Hay que tomarse en serio la reforma de la ley electoral y mucho más en serio, por su gravedad, la regeneración del sistema para luchar con rigor contra las prácticas corruptas que nos están ahogando", (todo esto recitado sin respirar, para no interferir).

Los despertares de las momias suelen inspirar cuentos de terror, lo que nos demuestra que nadie considera embalsamado a Felipe González. Ni siquiera a Pedro Sánchez le da miedo ya. Hemos gozado de una democracia tan imperfecta que en casi 40 años no hemos conseguido ni dejar para el futuro un gurú, una figura ex presidencial que merezca nuestro respeto. Quizá lo fue Adolfo Suárez, mitificado a partir de cuando se dejó de aventurillas electorales de raro sesgo y empezó a sufrir la terrible enfermedad de la desmemoria. O sea, lo hicimos gurú cuando ya no podía ejercer el cargo. Pero no conozco a ningún español que le confiara a Felipe González, a José María Aznar o a José Luis Rodríguez Zapatero el cuidado de su gato. Y menos que aceptara consejas de gobernabilidad en su hogar. Solo los periódicos magnifican la influencia del verbo de estos gastados totems. Que, además, hablan tan poco claro para no influir que no se les entiende nada.

elmundo.750Operación De Guindos

El hombre de Lehman Brothers en España está de moda. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, no es  del PP. No tiene carné, ni lleva el pin, ni se rodea de dentífricas rubias cuando se para ante los micrófonos de la tele. Y nadie le ha pillado con las manos en la masa B. Quizá por todo esto, como sin querer, la prensa del régimen kioskero empieza a señalárnoslo como el vórtice del gran huracán regenerador que nos traería un gobierno de concertación, o un apaño patriótico, de PP, PSOE y Ciudadanos. O sea, que hay quien apunta que este milagro de conciliación podría estructurarse alrededor de este distinguido caballero, que además sería el primer presidente español de la historia que habla inglés.

La portada de la revista Papel (El Mundo) de este fin de semana pasado nos ofrecía una larga entrevista con este curioso personaje, de quien se dice que es muy inteligente y del que se obvia que era asesor europeo de Lehman Brothers hasta el mismito día de 2008 en el que el gigante quebró. Como arranque de currículum, a mí me parece para desconfiar, pero hay cabeceras españolas que ya lo están sugiriendo como presidenciable, como sustituto de Rajoy en una nueva ronda de cañas con el rey para elegir presidente. Se quiere desactivar así la operación Menina, que apuntaba a Soraya Sáenz de Santamaría como la elegida para la gloria. Pero Soraya se ha ganado demasiados enemigos en los medios como para despertar enfervorizadas unanimidades. Y ahí es donde entra don Luis, el motor del presunto milagro económico español de estos últimos cuatro años.

Sin embargo El País no ve la maniobra con buenos ojos, y en su editorial sobre la sentencia que obliga a Bankia a devolver el dinero de las acciones engordadas por Rodrigo Rato en la salida a Bolsa de la entidad, le lanza un mandoble sarraceno al alopécico ministro: "[La sentencia del TS] es un golpe para el Ministerio de Economía, tanto el de la época de Elena Salgado, que se implicó directamente en la operación, como el de la etapa de Luis de Guindos, cuya gestión de esta crisis fue muy deficiente; probablemente encareció su coste para el erario y contribuyó a que España tuviera que pedir el rescate financiero". Los periódicos de papel se están jugando mucha supervivencia en estos cuatro (o menos) años posRajoy que nos vienen. Y van tanteando padrinos propicios y mancillando proposiciones incómodas. ¿Por qué teme tanto El País a De Guindos? Yo hoy tengo el día ex presidente y no lo pienso aclarar.

Portada-de-Abc-en-la-que-silencia-el-caso-ImelsaAyatolás podemitas

Los clásicos de la furibundez mediática están que rugen. La posibilidad del pacto PSOE/Podemos les provoca urticaria estilística, y escriben como si les fuera la sarna en ello. Esta es la descripción que nos regalaba el 25 Gabriel Albiac, en ABC, sobre la España que espera bajo ese futuro proceloso y temible: "¿Qué supondría eso? Imaginemos a un asalariado de los ayatolás de Qom al mando del Ministerio del Ejército. O imaginemos que los servicios de inteligencia españoles queden bajo el control de un vicepresidente financiado por el Líder Supremo de la Revolución Iraní, Alí Jamenei. Eso supondría [...]. En un momento en que el islam ha iniciado ya la guerra mundial contra los infieles". Se entera Albiac de que el islam ha iniciado ahora la guerra mundial. Se conoce que aquello del 11-M, para el veterano filósofo, sigue siendo cosa de ETA. En aquellas fechas gobernaba en funciones un tal José María Aznar. Pero eso son pequeños detalles que al lector de Albiac no deben desvelarlo. Si no existiera Podemos, la culpa de todos nuestros males seguiría siendo del cha-cha-chá.

Alfonso Rojo y sus trolls

Mucho ha ganado La Razón desde que Alfonso Rojo se encuentra en su plantel de columnistas. El ex reportero se lanzaba al ruedo este martes insultando a los colegas de profesión que se escandalizan de lo que cobran los directivos del Ibex35, a Jorge Vestrynge por oponerse a los desahucios mientras vive en un piso de un millón de euros y posee un pied à terre en París, y a "ese refugio de tarados que es twitter, donde recibo al día un millar de mensajes de los que el 90% oscilan entre el «respeta a la gente, asesino de mierda» y el «te voy a reventar a patadas por no ser dialogante". Olvida Rojo que, en el fondo, uno elige a sus trolls, y no viceversa. Y el erte del insulto que él tan bien maneja a veces tiene vocación de bumerán. Quod erat demonstrandum.

La perla de la semana la pone David Gistau en ABC este viernes. No le tienen que haber sentado nada bien al rajoyista director Bieito Rubido sus palabras de la columna Sodoma:"Es que el PP debería disolverse, hacerse purificar, marcharse sus justos a otras siglas en las que volver a empezar a la intemperie, en los escaños de gallinero y sin poder alguno, pero al menos sin la inasumible impronta de pasado que ya arrasó por completo un partido que antaño tuvo un papel que jugar en España". Podemos se infiltra en las mentes también de tus colegas, oh insomne y armagedónico Albiac. Ya hasta en ABC se habla del PP como una organización criminal. Si don Torcuato levantara la cabeza...

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