Rosas y espinas

Corinna es un bulo

A mí, Abu Dabi me encanta. Cada vez que tengo quince minutos, me voy a Abu Dabi. Una ciudad que se traduce Padre de Gacelas tiene que ser un lugar muy hermoso y saltarín. No entiendo que nuestro rey no haya querido ir estos días a Abu Dabi. Que haya cancelado su viaje programado a Abu Dabi. Y estoy profundamente desolado. La corona que me representa y me protege está para eso. Para que disfrute en mi nombre de mi viaje inventado. Para que alguien vaya a Abu Dabi en representación mía. Hacia un lugar que se llama Padre de Gacelas. Para que mi rey cumpla para sí los sueños que te roba. Viajar a Abu Dabi. ¡Lo hace mi rey por mí! ¡Qué gran satisfacción! ¡Qué sacrificio juancarlista hacia esa escoria que conformamos la patria!

Pero Juan Carlos lo ha cancelado.

Jo.

Que no vamos a Abu Dabi.

No le perdono a mi rey que me haya cancelado nuestro viaje a Abu Dabi.

Cuando tu rey cancela un viaje a un lugar tan poético que significa Padre de Gacelas, Abu Dabi, te das cuenta de que tu rey prefiere irse a un balneario o a una casa de lenocinio en vez de a un verso. Y eso solivianta tu acendrado monarquismo.

Abu Dabi, por si alguien anoche ha practicado el salto del tigre y se ha caído malamente de un armario, perdiendo por costumbre la memoria, es una capital de los Emiratos Arabes Unidos, un delicioso lugar a cuyos deliciosos habitantes solo incordia el hecho de poseer el 10% de las reservas petroleras mundiales, y que tiene como jefe de estado a un emir cuyo hermano es, por casualidad, jefe de las fuerzas armadas. Democracias y fuerzas armadas suelen emparentar con casualidades. Como la nuestra.

Yo no entiendo que, con tanto paralelismo (quitando lo del petróleo, que es minucia), Su Majestad don Juan Carlos de Borbón y de Hermida, jefe también de nuestro estado y nuestras fuerzas armadas, haya cancelado este viaje. Con lo bonitas que son las islas pérsicas. Y con lo hermoso que es ser jefe del estado y de las fuerzas armadas. De esta manera, si el estado ciudadano se te rebela, lo puedes reprimir con las fuerzas armadas. Y viceversa. A mí me parece un gran ejemplo de equilibrio.

Abu Dabi se puede escribir con hache en algún lado o no. Perdonadme si peco de analfabetismo. Pero hay lugares en que una hache vale más que un ser umano o que un helefante, y se puede colocar la hache en cualquier sitio.

Escribo en verso porque no entiendo este no-viaje. Este no-viaje a Abu Dabi o a Nueva York. No quiero rey, pero si el rey se impone, quiero que viaje al Sahel, a Afganistán, a Belén, a Libia, adonde habita la muerte tan temprana y se hace turismo más humano.

Pero es que un rey, es un rey. Y no va a viajar a ciertos sitios. Y menos si la prensa dice que el rey viaja con Corinna.

Falaces argumentaciones de gentes de la ultraizquierda cercanas a círculos terroristas identificados por fuentes policiales anónimas que han hablado preservando el anonimato y que han apuntado, no sin razón, que lo de Corinna es un bulo.

No es un bulo.

Ni es una asesora.

Ni tuvo nada que ver con la empresa Noos, que se lo habría contado en secreto a nuestro rey.

Es Corinna. Unicamente Corinna.

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