Rosas y espinas

La musa Rajoy

rajoyEl Consejo de Ministros alemán aprueba hoy una norma según la cual se podrá meter en la cárcel a los banqueros que se enfanguen en inversiones de riesgo y fracasen. Me parece fabuloso y le doy las gracias a Mariano Rajoy. Nuestro presidente ha sido, sin duda, el inspirador de esta medida. No es casualidad que los alemanes la adopten a los pocos días de haber escuchado al gallego. Y es que a Angela Merkel le pasa lo que a mí y a muchos de vosotros: es ver a Mariano Rajoy y entrarnos unas ganas locas de meter a gente en la cárcel.

merkel malvarMariano se ha desvelado como pésimo estadista, simple correveidile, portamaletines de los banqueros, orador infantiloide y tartamudeante, cobarde tras una pantalla de plasma, pésimo calígrafo que no entiende ni su letra y encubridor de raterillos de 22 millones para arriba. Pero mira por dónde, la Merkel ha encontrado la verdadera vocación de Rajoy. Rajoy es una musa. Es la Beatrice de Dante Alighieri pero con la barba en otro sitio. La Laura política de Petrarca. La Violante desletrada de Lope.

No salió mal este versillo octavo,

ninguna de las musas se alborote

si antes del fin el sonetazo alabo.

Acaba de escribir Merkel en el código penal alemán gracias a nuestro presidente.

Resulta que los españoles, tan líricos siempre, nos acabamos de dar cuenta ahora de que llevamos toda la democracia votando a musas, y no a presidentes. A Adolfo Suárez lo votamos por guapo, que es la musa más simple y no necesita glosa. Felipe González fue, para la izquierda, la musa esquiva que, lopetras leer con afán nuestros sonetos, se fuga con el iletrado comendador yanqui, dejándonos un último ósculo de desdén. José María Aznar es la vulgar Aldonza Lorenzo, y no la Dulcinea que él se cree. José Luis Rodríguez Zapatero fue la clásica musa adolescente, tísica y etérea, que se nos murió a los dieciséis años dejándonos desolados, después de haber luchado contra la enfermedad de la crisis con mentalidad de quince. Y ahora viene Rajoy, cual la Laurencia de Fuenteovejuna, inspirándonos a todos a hacer justicia, a meter gente en la cárcel. Desde Merkel al Blasillo de Forges, del empresario al obrero, del palacio a la chabola, todos somos justicieros gracias a Rajoy. Parafraseando a la gran mística Teresa de Jesús, la musa Rajoy a mí me inspira esto:

¡Esta cárcel, estos hierros

en que España está metida!

Sólo esperar la salida

me causa dolor tan fiero,

que muero porque no muero.

Que Rajoy haya sido el detonante para que a los alemanes les entren estas ganas locas de enchironar a sus banqueros debería llenarnos de orgullo, aunque no tanto como para que se nos pasen las ganas de sentar también en el banquillo a este mentiroso del Prestige, a este adulador de los bombardeadores inhumanos de Irak, a este emponzoñador de campañas electorales, a este amnistiador de los blanqueadores, a este Robin Hood invertido que nos robó a los pobres para dárselo a los poderosos, sus señoritos.

celia cruzInsisto. A mí me pasa lo que a Merkel. Que es ver a Rajoy y me entran ganas de meter en la cárcel a unos cuantos encorbatados. Rajoy es tan mi musa que me inspira incluso un plagio. Música de El Gran Combo y voz de Celia Cruz:

¡Abuela! ¡A la calle!

Tírelos pabajo

que son un peligro arriba.

Pero no puede ser. Los rajoys de este mundo son demasiados. En las cárceles españolas, como en el viejo son salsero, no hay cama pa´ tanta gente.

 

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