Rosas y espinas

Qué bonito es gobernar

valenteLa turbamulta mugrienta, o sea, los votantes, no tenemos ni pajolera de política. Ayer, tras la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, se repetía mucho eso de que al gobierno se le han acabado las ideas. Errada interpretación. Lo que se le ha terminado al gobierno es el programa electoral con el que ganó las elecciones hace 15 meses. Ya no le queda a Mariano Rajoy ninguna promesa de su programa electoral que traicionar, y eso te lastra.

Escribió una vez mi querido José Angel Valente un poema en prosa titulado El templo: "La interpretación estaba viciada, no porque no comprendiéramos los signos sino porque los textos fueron corrompidos. Los extrapoladores entraron a hurtadillas por debajo del velo. La letra estaba muerta. En el lugar de las ofrendas se pudrieron las heces amarillas del sumo sacerdote, de las palomas y de los mercaderes. Los textos fueron corrompidos y a favor de la noche la usura tendió estéril sus arañas tardías".

Yo intuyo en este poema de Valente una premonición de lo que ha dado en llamarse neolengua, un trampitán ideado por nuestro gobierno para decirnos en plan fino "que se jodan" sin tener que quitarle el collar de púas a Andrea Fabra. Ayer mismo, en nota de prensa difundida por Moncloa, se nos decía a los periodistas que "la tasa de paro flexiona en 2014 (hasta el 26,7% de la población activa)". Decir que el paro flexione no significa que nuestro gobierno exija a los parados que se pongan a hacer flexiones y abdominales. Significa que el paro subirá más. No era tan difícil de decir, coño. Propongo a nuestros gobernantes que se aficionen un poco a la gimnasia intelectual, llamémosle flexiones neuronales, pues a los oprimidos nos agrada que nos tomen por tontos con un mínimo gracejo semántico. Lo de que la tasa del paro flexiona no llega ni al nivel de los Quintero, queridos. No me reí.

sorayaMe imagino a nuestros atribulados ministros en consejo, presididos por el muñeco de cera de Rajoy, urdiendo con la vice Soraya la manera de que esta explique las putadas hebdomadarias que le anuncian al pueblo cada viernes.

-Oye, que dicen los de arriba hay que congelar otra vez las pensiones y el salario de los funcionarios... ¿A alguien se le ocurre algo?

-Escucha, Luis. ¿Cuando tú eras estafador en Lehman Brothers...? -silencio histriónico-. Tontorrón, que era broma... ¿Cuando vendías preferentes a los tolis antes de ser degradado a ministro, cómo hacías?

-A los analfabetos los asombraba muchísimo con el verbo desindexar. No veas tú cómo firmaban los jubilados después de escuchar por cuarta vez la palabra desindexar. Firmaban lo que les dijeras -tos adusta-. En cuanto a tu sentido del humor, querido José Ignacio, la próxima vez te suelto una hostia, que yo no soy un vulgar profesor universitario despedido y pacifista. Soy banquero.

-Coño, pues nada. No congelamos los salarios y las pensiones. Los desindexamos del IPC y ya.

Todos los ministros se aplican sobre sus cuadernos a apuntar la nueva palabra.

-¿Hay alguna hache por medio?

-¿Qué más te da, Mariano? Si después no vas a entender tu letra.

-Venga, Soraya, no te pongas violenta. Bastante preocupación tiene el hombre con lo de Dormuntd del otro día...

-Déjate de chorradas. ¿Alguna idea más?

Un silencio intraspasable inunda la sala. Decenas de ojos abiertos se clavan en Soraya, algunos amenazantes y otros asombradizos, hasta que el ministro del Interior declama con autoridad.

-Soraya... Mi dulce Soraya...

-Pero, ¿qué os pasa? ¿Qué he dicho?

-¿Cuántas veces te tendremos que repetir que no vuelvas a pronunciar la palabra idea aquí dentro? ¿No ves que incomodas al presidente?

-Ese lenguaje te lo reservas para tu casa, Sorayita.

-Diciendo eso pareces casi de la ETA.

-¿Qué hace Mayor Oreja escondido en el jarrón?

-Dejadle. Se quedó p´allá con lo de Felipe González y el jarrón chino. Metido ahí se siente ex presidente.

-Venga, ¿en qué estábamos? Que se nos viene la hora encima. ¡A gobernar! ¡Que Don Emilio lo querrá oír en las noticias y tiene más cosas que hacer que esperarnos!

-Tengo una ocurrencia. ¿Y si les subimos el tabaco? Solo pa joer...

-Jolín.

-¡Qué bueno!

-La Merkel no fumará, ¿no?

-Tranquilo con eso. No fuma. Y es una gran ocurrencia. ¿Y cómo lo explicamos para que la opinión pública se sienta gilipollas? Si decimos solo que subimos el tabaco, pues hombre...

-¡Que hoy no toca que se sientan gilipollas, joder! -truena el ministro de Defensa-. ¡Hoy toca que el pueblo se sienta solo ninguneado! Estás tan subidito que nunca te lees la orden del día, Alberto.

-Ay, perdona. Tienes toda la razón, Pedro. Toda la razón. ¡Estaba convencido de que hoy tocaba pueblo gilipollas!

-¡Venga, parad ya! Tengo la fórmula. Diremos que subimos el tabaco para demostrale a los mercados que este gobierno no es un vendedor de humo.

-¡Brillante!

-¡Homérico!

-¡Nacional-católico!

-¡Qué vocación de gobierno tiene esta chica!

-¿Y no creéis que es posible que el Madrid remonte en el Bernabéu?

-Venga, presidente. Túmbate un ratito en el sofá que debes de estar agotado.

-Ay, Sorayita... ¿Y no te quedas un ratito conmigo a contarme un cuento hasta que me duerma?

-Mariano, que es que el cuento tengo que contarlo ahí fuera. ¿No ves que es viernes? La rueda de prensa y tal...

-Es verdad. No me acordaba de que hoy es viernes. Vale.

-Cierra los ojitos, que a los presidentitos que no se duermen cuando llega la hora, se les aparece Luis El Cabrón y los mete en un saco lleno de papelitos manuscritos...

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