Rosas y espinas

¡Que vuelven los Aznar, Mariano!

aznarSin duda el jarrón chino más molesto de nuestra ardua democracia es José María Aznar. Y parece que no se rompe nunca. Harto de que lo asegunde su segundón --Mariano ni siquiera le llamó para la campaña a las europeas--, el ex presidente acaba de arrojar, esta semana, un órdago de hondo calado político al futuro del Partido Popular. Es un órdago con forma de mujer y se llama Ana Botella.

Hace dos días, la alcaldesa de Madrid anunció la supresión de la tasa de basuras y la desaparición de la ORA en varios barrios de la Villa y Corte. El anuncio no fue en sede oficial. Botella lo hizo en un foro organizado por el ABC y empleó un tono mitinero impropio de una dama.

botellaEnumeró sus logros y enfatizó su gestión con datos y cifras: "Para hacer frente a las consecuencias de la crisis, he llevado a cabo un trabajo ingrato, pero vital. He tenido que proteger nuestras finanzas municipales contra el riesgo de una situación límite. Porque era una situación límite". Blandió la hipocresía poética en el tono mesiánico de los candidatos estadounidenses: "He sufrido por mi ciudad y sigo sufriendo cuando veo tanto daño social afectando a los jóvenes y a los menos jóvenes". Y se postuló sin muchos miramientos como candidata a las próximas municipales: "Pero cuando intercambio impresiones cada día con los madrileños, soy consciente de que la crisis y sus inquietudes siguen estando ahí. Los daños han sido tan terribles que todavía tenemos que trabajar mucho para convencer. Todavía hay mucho que hacer. [...]. Dedico y seguiré dedicando en el futuro toda mi energía a encontrar soluciones".

espeNo sé cómo le habrá sentado este paso de los Aznar/Botella a Mariano Rajoy, si es que dicho señor existe. Pero el recado tiene que haberle llegado. En el auditorio estaban Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. No me cuesta imaginar a las dos rubias entrando a saco en Moncloa, abriendo el armario donde se oculta Rajoy y enseñándole entre gritos la portada de ABC.

--¡Mariano, mira lo que ha dicho ésta! ¿Quién se ha creído que es?

338px-Cristina_Cifuentes_en_un_acto_de_bienvenida_a_nuevos_militantes_del_Partido_Popular (1)Entre las pocas cosas que sabe Mariano Rajoy, está la evidencia de que Ana Botella no es un buen cartel electoral para revalidar mayoría siquiera simple. Las dos rubias antes citadas sonaban ya como posibles sustitutas, lo que tiene aterrorizados a los agentes de tráfico de todo Madrid. Ahora los Aznar quieren proteger su plaza y lo dicen a voces en el momento en que más importunan a Rajoy, en plena precampaña ya de unas europeas en las que es probable que el apático gallego consiga los resultados que se merece. O sea, horrorosos.

Es cierto que Aznar no está hoy tan vigorizado en el partido como en el gimnasio, pero Rajoy es un púgil de broma, un paradigma de debilidad e indecisión, una caricatura en el plasma. Lo explica muy bien mi Espe cada vez que abre la boca.

Conociendo a nuestro entrañable presidente, no sería de extrañar que optara por aparcar el problema y esperar a que las tres tigresas, Botella, Aguirre y Cifuentes, se despedazaran entre ellas hasta lograr el cartel por selección natural. Aguirre es la hembra alfa, pero Botella tiene al macho alfa, y Cifuentes puede ser la rival de consenso que desactive la batalla entre las otras dos. Las fuerzas están muy igualadas. Estoy deseando que empiece la película: Tres tigresas tristes. Suena incluso a filme de cahiers.

También anhelo con ilusión adolescente ver cómo va a escenificar públicamente Aznar el apoyo a su señora. Qué joyas de hiel va a repartir por los titulares. Porque ya ha dejado claro que no conserva ningún tipo de leatad hacia Rajoy, que le ha traicionado demasiadas veces. Y malicio que no se va a cortar un pelo y va a regalarnos unos exabruptos muy excelsos y estupefacientes. Fue un presidente muy mentiroso, pero nos ha dejado un jarrón chino que puede dar mucho juego molestando por todos los pasillos por los que transite Rajoy. Nos vamos a reír, auguro.

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