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Los del Partido Popular han difundido un publirreportaje, en plan anuncio de detergente, en el que glosan sus glorias y maravillas y nos amenazan con que aun les queda mucho por hacer. Salen en el anuncio Mariano Rajoy, Carlos Floriano, María Dolores de Cospedal, Esteban González Pons y Javier Arenas. Alrededor de una mesa. Charlando.

--Por la experiencia que tengo, lo que te da equilibrio y te da fuerza es hacer aquello que crees que debes de hacer --dice Mariano, muy ufano, demostrando con su verbo una vez más que solo lee el Marca.

--Entonces a lo mejor nos ha faltado darle un poco de piel a cada cifra positiva que estamos obteniendo --pontifica Floriano, a pesar de que sobre la mesa no se atisba rastro de bebida alcohólica ni de sustancia estupefaciente alguna.

--Claro --se oye tras el proscenio la voz de Cospedal--. Que haya bajado la prima de riesgo significa que, pagando menos intereses, se pueden pagar más servicios sociales. Eso los ciudadanos no lo saben. Hay que contarlo mucho --continúa la manchega parafraseando a Goebbels.

--Nos ahorramos 8.000 millones el año pasaó --apostilla el estadístico Mariano.

--Por ejemplo, por ejemplo --se gana un ascenso Cospedal.

--Siempre ha sido duro ejercer la política --irrumpe González Pons con una sinceridad que le arrebola las mejillas, mientras Mariano asiente--. Lo que pasa es que ahora es mucho más difícil.

A Javier Arenas el paripé no le gusta y habla como si escupiera el papel.

--Pero también tenemos que ser conscientes de una cosa. Cuando una familia lo está pasando mal, y no tiene empleo por ejemplo, el nivel de exigencia hacia el responsable político se incrementa espectacularmente.

--Lógicamente -apunta, cansino, Mariano.

--Y es una cosa lógica --se gana el ascenso Arenas.

--Oye... Pues ahí... tendremos que esforzarnos, ¿no? --hace gala Mariano de su universalmente aclamada capacidad para pasar de las palabras a la acción.

Y se acaba el sketch. Y se acaba lo que nuestros responsables políticos nos tienen que decir. Y yo no pienso escribir una línea más, pues sería falta de respeto que un obrero como yo osara trabajar más que sus gobernantes.