Les gusta más el olor del napalm por la mañana que a un tonto un lápiz. Son los heraldos negros de la catástrofe incesante. Como dice finamente Benjamín Prado, nos quieren vender tantas alarmas que parecen comerciales de Prosegur, no presuntos estadistas. Son los ideólogos del acabose.
Los partidos de nuestra derecha no se distinguen entre sí por matices ideológicos, así que han elegido la barbaridad dialéctica como particular forma de diferenciarse. A ver quién la dice más gorda.
El programa electoral con el que Isabel Díaz Ayuso ganó las elecciones madrileñas de 2021 era un folio en blanco con su foto y la palabra libertad. Faltaba el emoticono de una caña, pero ya era mucho discernir.
Esta primavera última, los de Vox accedieron a los gobiernos autonómicos y municipales prometiendo proteger y financiar las playas de Madrid tanto como las gallegas: presentaron un solo programa aplicable a todos los municipios de España, sin importar que fueran secano o regadío, grandes ciudades o aldeas despobladas, zonas pluviosas o desérticas, carpetos o vetones. Disparates sin complejos que hay que respetar, porque la gente les vota.
Esta semana que hoy muere nos ha dejado dos apetitosas muestras de la creciente ola de hiperbólicos contrasentidos que invade las bocas de nuestros sensibles derechuzos, en su infatigable búsqueda de la sandez destructiva más elevada.
Ayuso aseguró en senatorial sede que "si esta indignidad triunfa [la amnistía], pronto no habrá españoles". Ha pasado del 'España se rompe' a una España de españoles exterminados cual gazatíes, sin hacer mucho esfuerzo y con un solo fruncido de su boquita linda, que diría el hortera y pelota de Carlos Vives. "Pronto no habrá españoles": supera eso, Santi.
Pues va Santi y lo supera. Porque, queramos o no, la sandez de Ayuso es victimista y derrotona, impropia de la virilidad española fascista, siempre venciente, de las Navas de Tolosa a Gernika. Si traga por hecho que "pronto no habrá españoles", Isabel Díaz Ayuso se da por exterminada. Cómo se ve que es mujer y no se ha fotografiado con yelmo ni pegando tiros a fotos de Pablo Iglesias, en acto paramilitar muy útil para la patria y de enorme pundonor cívico.
El facherío no quiere rendiciones de Bleda como la de Isabel Díaz Ayuso, que por parecer un lienzo ya no sabe ni cómo pintarse ni cómo posar, que diría un buen machista. Lo de pensar se lo soluciona Miguel Ángel Rodríguez con cuestionable acierto, escriben muchos de mis compañeros y compañeras feministas con evidente incoherencia ética e intelectual.
Pero se me va la pinza intentando hacer chistes fáciles para olvidarnos de esta tristeza mundial que nos carcome y futiliza la prosa y corrompe todo el arte y hasta la risa.
Para algo tendría que valer nuestra intelectualidad dirigente derechista, para hacernos reír en tiempos tan terribles, y ya sugerí arriba que la victimista declaración de Ayuso sobre la España sin españoles habría de ser superada en el concurso Pasaburrada.
Abascal, en gran maniobra y que le da la posibilidad de optar por el premio del chalet en Soto del Real, no da por exterminados a los españoles, y por mucha mili que no tenga los arroja a la batalla. "Hay que abatirles, sí, a todos los desalmados que traen odio, dolor y muerte. Y, a ser posible, hay que abatirles antes de que maten a un solo inocente. En Barcelona, en Bruselas o en Israel. Y antes hay que impedirles entrar, y hay que hacer responsables a quienes les han abierto las puertas".
Los jueces de Pasaburrada, que somos los españoles conservadores con nuestros votos, no sabemos si quedarnos con la masacre en contra de Ayuso o con la masacre a favor de Abascal. Se pone difícil el debate intelectual en la derecha.
Habrá quien piense que abatir, o sea, abatir a tiros a los contrarios antes de que cometan un delito, ya no está bien visto en nuestros tiempos. Pero mira los israelís qué bien lo hacen y cómo nadie les dice nada.
Yo creo que Ayuso se ha equivocado. Para fidelizar a sus votantes no tendría que haber dicho que si hay amnistía "pronto no habrá españoles". Sugiere derrotistamente que seremos catalañoles o espatalanes (habrá que decidirlo en referéndum ilegal).
Lo que tendría que haber dicho Ayuso, en plan Abascal, es lo siguiente: "Si esta indignidad triunfa, pronto no habrá catalanes". En plan amenaza, que es lo que se lleva. Bombas contra votaciones, ¡presidenta, presidenta, presidenta! Eso sí hubiera estado de diez. Sugiero, presidenta, que deberías despedir a Miguel Ángel Rodríguez y contratarme a mí, que soy igual de estroncio pero más perverso y afilado. Y hasta más guapo, sin ánimo de presumir.
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>