Ruido de fondo

Desconcertados

No sé. Se me ocurre que para generar 3.500.000 puestos de trabajo habría que aplicar a todo el sector servicios la filosofía de la enseñanza concertada, ese invento que los de Felipe González consagraron en la LODE de hace 25 años y que tan buenos resultados ha dado a la Iglesia católica y a los compañeros.

Se trata, a grandes riesgos (como diría Aguirre), de ceder terreno para que el compañero o nuestra congregación religiosa favorita abra un centro educativo. Estos chiringuitos son financiados con dinero público, pero sus beneficios son privados. La justificación es que los colegios proporcionan a la comunidad un servicio que debería dar el Estado. Pues claro que debería darlo el Estado. En una democracia la enseñaza debería ser monopolio del Estado, como la carrera militar o la policía. Un colegio es algo que no debería poder privatizarse, como no puede privatizarse la Guardia Civil.

Pero hasta hoy lo concertado sólo se ha venido aplicando en el sector de la enseñanza. Y digo yo: ¿por qué no ofrecemos este modelo de negocio a los emprendedores de otros ramos? Seguro que crean empleo. Una fórmula como esta es inmune a la crisis. Lo digo porque los únicos que no están protestando por los recortes en Educación son los centros concertados, que tanto protestaron cuando hace unos años se les obligó a matricular algún negrito del África tropical a cambio de las subvenciones que recibían.

Una de dos: o sufren en silencio o callan como bellacos porque saben que se recorte lo que se recorte, los compañeros y las congregaciones religiosas favoritas siempre recibirán un buen pellizco de los escasos recursos destinados a la Instrucción pública.

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