Ruido de fondo

Burro grande

No han pasado ni tres meses y ya se ve la impronta de mi Manuel en el nuevo Gobierno. Ordenadores portátiles para todos. ¡Olé ahí! Reconozco tu influencia, Manuel, ya lo creo. Tu política del pedo en el cántaro: que suene bien, aunque esté vacía.Los escolares andaluces tienen ordenadores en clase. Aquí también se levantó un día el presidente y dijo de cambiar el modelo productivo empezando por la educación. Haya ordenadores para todos, dijo. Háganse los Centros TIC. Y empezaron los problemas. El primero, de espacio. Si no caben las mochilas, ¿dónde meter esos armatostes? La Junta no construye colegios según el clima o la densidad de población. Aquí hay igualdad: se planta el mismo modelo prediseñado en la fría Alpujarra con cuatro niños que en el Desierto de Tabernas con cuatrocientos. Eso sí, lo hacen deprisa. En mi barrio un día había un solar y al siguiente, un Centro TIC llenito de ordenadores. Se les olvidó meter la instalación, pero eso no nos importó mucho. Nos preocupaba más que los niños no pudieran hacer caca, porque tampoco había agua. Ni instalación eléctrica. Yo tampoco os creería si me contarais esto.Cinco años después los ordenadores siguen en las aulas. Es cierto que no dejan ver al profesor, pero también sujetan puertas y hacen las veces de silla ergonómica para los más bajitos. Y mejor así, porque si funcionaran, vendrían los verdaderos problemas: ¿están los profesores preparados para esa sonora Escuela 2.0? ¿Seguro que basta con darles un cursillo? ¿En horario escolar? ¿Y les pondréis sustitutos? ¿O haréis como siempre: anunciar el gran pedo en rueda de prensa y que luego los centros se busquen la vida y se coman el marrón ellos solitos?

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