Ruido de fondo

Caraduras

Demetrio Madrid fue el primer presidente socialista de la Comunidad de Castilla y León. En 1986 algunos trabajadores de la empresa textil Pekus, de la que Demetrio Madrid había sido propietario, interpusieron una querella contra él por la venta presuntamente fraudulenta de dicha empresa a un abogado que se declaró insolvente poco después, y que los dejó en la calle. Tras tomarle declaración, la Audiencia de Valladolid lo procesó. Horas después de haber sido procesado Demetrio Madrid dimitió como presidente de la Junta y renunció a todos sus cargos en el PSOE. Sí, entonces había políticos que dimitían cuando los procesaban. Total, que el juicio se celebró y Demetrio Madrid fue absuelto. Naturalmente, no fue restituido en su cargo, y su carrera política se truncó definitivamente. Salvo algunos artículos de prensa y algún modesto homenaje organizado por sus compañeros de partido, no recuerdo que el PSOE llenara plazas de toros para apoyarlo ni que se montaran actos de desagravio. Y a juzgar por lo que vino después el noble gesto de Demetrio Madrid ni siquiera sirvió de ejemplo. Su decencia no sirvió para nada. Así que no me extraña que los Camps y compañía no quieran ni oír hablar de dimisión por esa nonada de haber sido procesados. No me extraña tampoco que Rajoy se lo piense mucho antes de cesar al tal Bárcenas. ¿Y si resulta que en el juicio los declaran inocentes? ¿De qué habrá servido el sacrificio? La gente no aprecia estas cosas y se olvida pronto los héroes quijotescos. ¿Quién se acuerda hoy de Demetrio Madrid? La verdad: si esto es lo que queda de un político cuando se comporta con honradez, no me extraña que haya tanto caradura.

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