Ruido de fondo

El entorno del maltratador

La teoría del entorno sigue haciendo estragos. Ya saben en qué consiste: no sólo es culpable el que comete un delito, sino también el que lo justifica con la palabra. O incluso el que no lo condena. Con esta teoría puedes acallar las opiniones que no te gusten sin dejar de ser un demócrata y un adalid de libertad de expresión. Antes de que el genial hallazgo empezara a funcionar en nuestro inconsciente colectivo, estábamos atados de pies y manos. Si Fulano decía algo que no nos gustaba, no podíamos amenazarlo para que se callara, teníamos que refutarlo. Y muchos desaprensivos se aprovechaban de esto para decir lo que les daba la real gana. La teoría del entorno nos ha dado armas para defendernos de quienes abusan de la libertad. Ahora si alguien dice algo que no conviene o que no queremos oír por la razón que sea, no tenemos que fusilarlo o meterlo en la cárcel como se hacía antes. Le aplicamos la teoría del entorno, que es más aséptica, y el tipo queda junto a su opinión socialmente desacreditado. Sucedió con el artículo "Revanchismo de género" (Enrique Lynch, El País 19-11-09) y ha vuelto a suceder con Francisco Serrano, titular del Juzgado de Familia número 7 de Sevilla, que también ha dado su opinión. ¿Qué opinión?, preguntarán ustedes. Da igual, respondo yo, su opinión sobre cierta ley. La opinión de Serrano no es compartida por al menos 22 organizaciones de toda España. Estas organizaciones han solicitado al CGPJ la apertura de un expediente disciplinario contra Serrano por pensar así. La representante de la Federación de Mujeres Progresistas ha dicho que Serrano, "amparándose en los medios, sigue haciendo daño a las mujeres puesto que se comporta como cualquier maltratador".

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