Ruido de fondo

Sonata de hastío

Dentro de unos meses los catalanes tienen la oportunidad de decir si además de ser una nación quieren tener un Estado o si están bien como están. Ni manifestaciones ni gaitas. Votos.

Para ello sería de agradecer que los partidos catalanes definieran claramente su agenda. ¿Qué van a hacer los de Esquerra? Ya sabemos que están por la independencia, pero ¿seguirán llamando a la insubordinación, como hace la Iglesia católica con el aborto o para entonces ya habrán crecido? ¿Y cuál es su postura respecto a ese Estatut que no votaron? ¿Les gusta ahora más? ¿Y con respecto a la sentencia, qué harán? ¿Seguirán considerándola una afrenta a la dignidad de Cataluña o aceptarán que hay dignidades catalanas que no se han sentido atacadas por ella?

¿Y CiU? ¿Qué hará CiU si gana? ¿Defenderá la independencia con el fervor del converso o seguirá considerando como hasta ahora que Cataluña es una nación sin Estado? Dada su deriva peneuvista, es posible que defienda las dos cosas al mismo tiempo: sí, pero no, aunque todo lo contrario.

¿Y el PSC? Tengo curiosidad por conocer la estrategia del PSC en la próxima campaña electoral. ¿Serán ellos más independentistas que el Papa o nos entretendrán con esa canción que dice Cataluña es el problema de España y España es el problema de Cataluña, duduá, duduá?

Doy por hecho que en la reunión de esta semana ni Zapatero ni Montilla han querido burlar la ley, sino desarrollar mediante otra fórmula aspectos excluidos del Estatuto, como recomienda la propia sentencia. No me cabe en la cabeza que dos presidentes se compinchen para burlar el espíritu de una sentencia discutible, pero dictada por el tribunal más alto del Estado.

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