Ruido de fondo

Los primos del pueblo

Una delegación del PSOE encabezada por Leire Pajín y Elena Valenciano viajó el martes pasado a La Habana para reunirse con las autoridades del Gobierno cubano y con los responsables del Partido Comunista.

Lógicamente, la primera voz crítica ha sido la del PP. Gustavo de Arístegui ha lamentado que el PSOE no se reúna además con la disidencia. El opositor Guillermo Fariñas también ha criticado a la delegación socialista por contribuir a la política represiva de Raúl Castro. Hasta la propia delegación socialista se ha criticado a sí misma al reconocer el coste político de la dichosa visitita.

Qué rápidos andan en el PP con todo lo que pueda parecer apoyo a los Castro. Y hay que ver también la mala conciencia que destilan las explicaciones de Elena Valenciano: que si había que elegir entre visita turística o visita oficial, que si la visita oficial era mejor para todos, que si patatín, que si patatán.

Por el contrario, nadie en el PP ha pedido explicaciones a Zapatero por su complaciente visita —exactamente en las mismas fechas— a los otros primos comunistas, a los de China. Lógico: aunque los de Wen Jibao respetan los derechos humanos con el mismo fervor que los de Castro, los primos chinos tuvieron el detallazo de comprarnos masivamente bonos del Tesoro español cuando todo el mundo dudaba de nuestra economía.

Zapatero no ha pronunciado la palabra democracia en la cara de ningún gobernante chino. Gustavo de Arístegui no ha exigido que el presidente se reúna con la oposición. Y tampoco hemos oído a ningún disidente criticar el apoyo de nuestro país a la dictadura china. Quizás porque en estos graves momentos es la dictadura china la que está apoyando a la democracia española.

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