Marco Incomparable

Querido 'Antouniou':

banderas
El actor después de pronunciar su largo y emotivo discurso.

 

Me encanta esa capacidad tuya de mezclar con naturalidad el acento cerrao de Málaga con el de Los Angeles en una misma frase. Lo haces, y consigues caernos bien a casi todos los españoles -también a los que hablan mal inglés, entre los que por supuesto no me voy a incluir-.

 

Me sorprende tu forma de triunfar a lo grande al otro lado del charco y de lograr que te reciban bien a la vuelta. No todos pueden presumir de lo mismo, y si no que se lo pregunten a Penélope Cruz o a Javier Bardem, aunque en el caso de este último podríamos hablar largo y tendido de cómo salen escaldados los artistas que se mojan en política.

 

Y me sulibella que te conquistara durante tantos años Melanie Griffith, que se tatuara el brazo con un inmenso Antouniou y que llamaras a tu hija, nacida en Marbella, Stella del Carmen.

 

Pero querido Banderas: tú que eres un tío listo, que igual diriges que interpretas, produces o cantas; que puedes hacer una peli con Almodóvar y otra con Woody Allen; que igual actúas en Philadelphia que en Spy Kids, Antouniou, por favor, ¿por qué te enrollaste como si fueras el presidente de la Academia de Cine en la noche de los Goya?

 

Tú que conoces mejor que ningún otro español cómo funciona el show business, tú mejor que nadie supiste al terminar de redactar los tres folios que se te había ido la mano. Al premiado con el Goya de Honor se le debería conceder siempre más tiempo, y lo sabes, pero si tienes la mala suerte de que te presente con un speech previo Pedro Almodóvar, es probable que los espectadores te recibamos con cierta impaciencia.

 

Gracias por emocionarte al dedicar el premio a tu hija. Gracias por reivindicar la cultura española. Gracias por pensar en nosotros después de rodar cada escena en Arizona.

 

Gracias por compartir tu miedo a envejecer al recibir el Goya de los abuelis del cine con 55 años, seguro que no fue nada personal ni tenía nada que ver con el modelo de gafas que elegiste. No te preocupes que nos convenciste de que la segunda parte de tu carrera va a resultar mucho más selectiva. Gracias porque, de hecho, me pareció entender que te proponías eliminar de esta nueva etapa de tu vida bodrios como Two Much.

 

Pero, ¿nadie te habló de la duración de la gala? Gracias anyway, Antouniou.

 

 

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