Marco Incomparable

Uma renacentista

¿Es la cara de Uma Thurman en su última aparición pública tan monstruosa? ¿Merece su cambio de imagen semejante juicio en las redes sociales? Perdón por ser incapaz de diferenciar una otoplastia de una blefaroplastia pero, a simple vista, y a la espera de que ella hable de lo que otros consideran una escabechina, la transformación tampoco parece tan salvaje. Al menos si nos fijamos única y exclusivamente en sus rasgos faciales.

 

La actriz llegó esta semana a la presentación de la miniserie The Sap con su rostro más redondo, hinchado, y la expresión distinta. Pero lo que a mí me llama la atención de la protagonista de Kill Bill no es ningún cambio estructural, sino más bien algo de chapa y pintura. Lleva los ojos pintados en tonos blanquecinos —las cejas especialmente— y los labios maquillados.

 

La intérprete de Pulp Fiction parece recién salida de algún cuadro renacentista italiano, quizás no muy favorecedor en el año 2015 para alguien a quien estamos acostumbrados a ver casi siempre con eye-liner y las cejas más marcadas en la alfombra roja.

 

¿El problema no será más bien la combinación entre un maquillaje mal elegido y unos cuantos pinchazos mal puestos? Hasta ahora, la novia de Quentin Tarantino llevaba a gala no haberse retocado. ¿Es posible que haya decidido en el último mes ponerse en manos de algún cirujano tipo Freddy Krueger?

 

No sería la primera, antes ya lo hicieron integrantes del equipo liderado por Donatella Versace como Meg Ryan, Nicole Kidman, Melanie Griffith, Alicia Sánchez-Camacho o Sylvester Stallone. Estos casos no parecen ser el de Uma Thurman, que recuerda al de Renée Zellweger  por el revuelo montado en octubre pasado.

 

Hay quien pasa por quirófano con mejores resultados. Y si no que se lo pregunten a Demi Moore, que puede presumir de estar mejor que sus hijas. O a Elsa Pataky, que por más deporte que haga antes se cambió, y muy bien por cierto, su nariz. Jennifer Aniston, Angelina Jolie y Letizia Ortiz son otras de las mujeres que se han operado con éxito.

 

Retocada, estirada o simplemente maquillada, Uma Thurman parece haberse escapado de un cuadro pintado unos cuantos siglos atrás.

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