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'Mou' no sabe ganar y ¿Alonso perder?

'Mou' no sabe ganar y ¿Alonso perder?Un viejo axioma muy extendido en el mundo del deporte: a las personas se las conoce tanto en las victorias como en las derrotas. A tenor de lo visto este fin de semana podemos concluir dos cosas: la primera es que Mourinho no sabe ganar; la segunda es que a Fernando Alonso, nuestro gran piloto patrio, habría que pedirle un poquito más de elegancia en el siempre difícil trance de perder.

Es más comprensible lo del asturiano. Es cierto que acababa de perder un campeonato que llegó a tener en la palma de la mano y no es menos cierto que hizo las declaraciones en caliente, víctima de una enorme y punzante frustración, pero acusar a Vitaly Petrov poco menos que de venderse a Red Bull es, simplemente, inaceptable.

"Petrov corrió como si se jugara la vida. Fue un pelín demasiado agresivo. Él sabrá", dijo Alonso al terminar la carrera. A mi lo que me llama la atención es ese enigmático "él sabrá". ¿Qué quiso decir Alonso con eso? ¿Es una amenaza? ¿Sugiere el español que el ruso no le dejó pasar por intereses oscuros? Las interpretaciones son numerosas. La mía, que para eso me dejan escribir aquí (de momento): lo de Alonso es pura frustración, sí, pero cuando las cosas le salen mal siempre encuentra a alguien a quien echarle toda o parte de la culpa. No es la primera vez. Y ese es el papel que juega Petrov en esta historia: el ruso sirve para disimular o enmascarar los errores de Ferrari y del propio Alonso.

Lo de 'Mou' es otra historia. Me parece que es un tipo mal encarado, un entrenador sobrevalorado al que cierta prensa deportiva le consiente todo aquello que no le consentía a Pellegrini. Todo lo que se podía decir de 'Mou' lo dijo Javier Marías en un estupendo artículo en el diario El País hace unas semanas.

Pero lo de este fin de semana es para hacérselo mirar. Manolo Preciado pudo no estar demasiado afortunado en sus palabras cuando llamó "canalla" al técnico portugués. Demasiado ruidosas y exageradas. Pero tiene razón en la queja. Lo pudo haber dicho de otra manera, haber sido más suave, pero tampoco es cuestión de pedirle peras al olmo.

Las declaraciones de Preciado calentaron en exceso el partido contra el Sporting de Gijón. Así que si vas al Molinón como si fueras a la guerra, ganas el partido y te llevas tres puntos cuando sólo mereciste llevarte uno, lo mejor que puedes hacer es callarte y retirarte a tus cuarteles con discreción. Pero eso no está en el ADN de 'Mou', empeñado en ser el gran provocador para —como Alonso— disimular sus carencias. ¿Si has ganado, para qué liarla más?

El incidente del parking con Preciado después del encuentro, enseñando dos dedos al entrenador del Sporting y con su ayudante gritando al entenador rival "¡A Segunda!" es algo intolerable que el señorío del Real Madrid no debería permitir. Como tampoco debería permitirse la reacción de Preciado tirando una botella y llevándose las manos a los genitales. Aquí es tan culpable el provocado como el provocador, que además de mala baba tiene mal ganar.

Que tenga cuidado el Real Madrid con las 'mourinhadas'. A este paso Florentino va a tener que suprimir esa estrofa del himno madridista que habla sobre "las glorias deportivas que campean por España", porque lo de ser deportivo a Mourinho le suena a chino.  El portugués es la mejor prueba de que ganar no siempre es sinónimo de gloria, grandeza y deportividad.

Tenía razón Marías: 'Mou' lo contamina todo.

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